Es realmente sobrecogedor, triste, dramático y sobretodo penosamente sin sentido. ¿Ha cambiado de color el Mar de Tasmania por esa "gesta"? ¿Ha cambiado o mejorado algo de este mundo, a cambio de un sufrimiento inmenso y de un fracaso terrible para él y para su familia?
Admiro a los que arriesgan su vida por salvar la de otros, aun conscientes del peligro de muerte , pero estas aventuras sin sentido práctico merecen todo mi rechazo.
Aparte, todo denota una deficiente preparación del kayak, con esa cúpula de fibra de vidrio tan vulnerable ante ese mar tan enorme. Una aventura de esa índole necesitaba una brazola reforzada y un sistema de cierre con la cúpula bien hermética y probada previamente.
Parece un proyecto demasiado personal y falto de un equipo técnico humano respaldando. También se encuentra a faltar un equipo de apoyo y de seguimiento adecuado.Todo se fía al apoyo moral de unas simples llamadas desde un yate, llamadas por teléfono o por radio y poco más.
En los tiempos actuales una aventura de esa categoría y de riesgo enorme se hubiera debido prohibir. La presión de la policía costera australiana parece más bien una forma de cubrir el expediente.
Expediciones de este tipo están al margen de la legislación marítima, no son los kayak embarcaciones autorizadas para alejarse de la costa un determinado número de millas. Y si se autoriza puntualmente, debe de exigirse una supervisión previa del proyecto y unas determinadas premisas a cumplir, para dar el máximo de posibilidades de que la aventura salga bien.
El riesgo extremo puede tener la categoría fatal de suicidio y debe de ponerse todas las trabas legales para que no se superen limites fuera de toda lógica. Poner en riesgo la propia vida no sólo es prerrogativa del propio sujeto sino de toda la sociedad.
Creo sinceramente que este proyecto tiene mucho de improvisación, de falta de preparación, de limitado chequeo del equipo con el que se iba a emprender la aventura y sobretodo falta de logística, apoyo de medios y alternativa al más que probable fracaso.
Lo más triste de todo es que se ha perdido una valiosa y corajuda vida, que ha dejado a una familia sin padre , sin esposo y sin hijo, por una "gesta" que no adivino que significado puede tener para nadie.
¿Locura transitoria, impulso irrefrenable, esquizofrenia bipolar,placer en poner la vida al limite,una peculiar forma de egoísmo desmedido para valorar prioritariamente el riesgo cierto antes que vivir la felicidad con su familia?
¡Una vida desperdiciada tontamente, la verdad! Me siento triste al pensar lo que debió de sufrir ese pobre muchacho y lo tristes que debieron de ser sus últimos momentos, sus pensamientos, solo, en medio del terrible océano que aterroriza sin piedad. Yo he vivido una situación extrema, en una regata causada por la tormenta perfecta en la fasnet 79, enrolado en una tripulación inglesa, que no buscábamos un riesgo, como el que comentamos ahora, sino que queríamos regatear simplemente.