Buenas a todo el mundo. Ya tengo el primer capítulo vertido a la lengua vernácula, de modo que si a alguien le interesa o tiene alguna sugerencia que hacer, pues, eso, que exponga sus pareceres. A mí se me ocurren, al menos, dos estrategias de publicación, a saber; la primera, al tresbolillo, digamos, como si fuese un mensaje más, y la segunda, por medio del correo electrónico.
Parroquianos y demiurgos del foro, por misericordia, hablad, que yo esperaré a oíros antes de obrar según mi demente arbitrio.
Hasta pronto.
PD.- Por cierto, para poder nombrar al innombrable, he decidido llamarle, por motivos espero que evidentes, Jano, hombre de las lindes.