Bueno, al final hubo desbandada general, y sólo salimos cinco desde la Azohia: Guillermo, Joel, Francisco, mi vecino JoséMaría, y yo.
El sábado por la mañana amaneció con un poco de brisa que ya anticipaba lo que vendría después. Al principio muy bien, hasta calacerrada, un baño y un bocata para coger fuerzas.
Al salir de calacerrada, ya nos daba un aire que nos tenía un poco tensos, pero al.pasar el arco y cabo Falcón, ya se puso la cosa en condiciones.
Nos mirábamos de reojo, pensando a ver si alguien dice algo, pero como nadie decía ná, puespalante. Aquello era una fiesta, creo que nunca he pasado el Giñoso en esas condiciones, y mira que lo he pasado veces. La verdad es que ir en grupo te da una cierta seguridad, aunque sea virtual. Cuando pasamos la batidora del cabo, enfilamos directo a cala Aguilar, y allí estaban Luisa, y pedroluis, que no daban crédito a lo que veían sus ojos, sobretodo el par que le echó Francisco con su autovaciable.
Después de bajar pulsaciones y comer algo, nos fuimos a la cueva, donde nos dimos el baño del año.
Otro descanso y a cenar, chuleton a la brasa y viandas varias, acompañados de un fuego preparado con la leña que PedroLuis y Luisa habían recogido antes de nuestra llegada.
Luego sigo, que tengo sueño.