Bueno, ya he recibido mi flamante Stratos y ya la he probado!
Primero, decir que vengo del kayak de aguas bravas donde llevo cerca de 10 años. Para mí el kayak de mar es nuevo. Estoy acostumbrado a barcos de plástico, súper estables, que giran sólo con la mirada... donde sólo se palea para dirigir el kayak. La remada, el eskimo y el propio medio son mucho más explosivos. Vamos, otro mundo.
Remo normalmente sólo, en el Cantábrico, con un invierno que llevamos de temporal en temporal y con mi cintura de playmobil y mi falta de equilibrio (también mental), con ola de más de 1'5m no me aventuro a salir a mar abierto y me limito a remar por la ría y la bahía de Zumaia. Así que llevo todo el invierno con sólo dos salidas a mar abierto (también llevamos una temporada con confinamiento perimetral).
Digo todo esto para contextualizar mi opinión. Así que ahí van mis sensaciones con la Stratos:
Me ha parecido un barco muy estable, cómodo, ágil al girar (para ser un kayak de mar) y cantea bien (sigue manteniéndose estable aún inclinando el casco gracias a sus cantos marcados). Vamos, lo más parecido a un barco de creeck de fondo plano que he visto entre los kayak de mar.
Hoy he salido con previsión de olas de 2'2m y con marea alta. Remando en la bahía entre olas que venían en todas direcciones por los rebotes contra la costa, el kayak se sentía muy estable, incluso en parado.
Me he acercado a la playa y he estado cogiendo olas orilleras (rompen en plena orilla) que me han hecho salir con arena hasta dentro de las orejas y el kayak se ha comportado muy bien, sin miedo a ser arrastrado por la arena. Timoneando se mantiene bien en la ola, si bien necesita ola ya un poco formada para correr con ella. Con la longitud que tiene, parece lo normal.
Me he metido entre las rocas y da mucha sensación de seguridad incluso con olas con espuma, atacándolas de frente las remonta bien.
En aguas tranquilas, desliza lo suficientemente bien, aunque no tanto como la rocker y se agradece la pequeña orza para mantener la dirección si no quieres andar corrigiendo con paladas direccionales y centrarte más en la remada de propulsión.
Tengo que decir que he ido con mi pala groenlandesa en aguas tranquilas, pero me he llevado la de aguas bravas (con más cuchara) para jugar en las olas y entre rocas porque me daba más confianza.
No he salido a mar abierto porque se me ha olvidado (con la emoción) coger el flotador de pala y el achicador que suelo llevar por seguridad. Pero con la sensación de seguridad que me trasmitía el kayak, si no, hubiera salido.
En resumen y respondiendo a la pregunta: es un juguete! Creo que me puede permitir remar en condiciones donde aún no me animo a hacerlo con mi Rocker y coger confianza para poder sacarle todo su potencial a la Rocker, que creo que es un barcazo y quiero que siga siendo mi opción principal.