Aupa, txabales.
Yo creo que ante todo, hay que felicitar a la organización del club de remo de Hondarribia por haber salvado la papeleta más que decorosamente, por haber tenido el detalle y el buen gusto de escuchar sugerencias, y por la magnífica organización que demostró en una situación nada fácil.
Es verdad que, visto lo visto, se podría haber apurado un poco más y hacer una regata más marinera, pero después de visto, todo el mundo es listo. El cabo de Higuer ofrece una protección magnífica al entorno de la desembocadura del Bidasoa contra el viento del noroeste, y sólo entraba lateralmente producto del arremolinamiento que se produce en la bahía del Txingudi, casi con toque de falso sur, como dice Aritz. Pero supongo que los que conocen el entorno pensarán que no siempre es igual, así que jugaron sobre seguro. Estoy de acuerdo en que la boya norte se podría haber llevado por lo menos 500 metros más arriba sin exponer más la seguridad de todos los participantes, y que las surfeadas y saltos habrían sido más potentes y largos, pero entiendo su postura, era una situación nueva para ellos también.
A modo de apunte, a la misma hora en Donosti, que mayormente no está al abrigo del noroeste, un velero de regatas estaba varado en la playa y la regata de traineras de la liga ACR1 se celebró con una única calle balizada y con las traineras sobreviviendo malamente al temporal de aire y olas. Cuando llegamos al puerto a descargar el material, aquello ere un potaje de mil pares de alubias.
Estoy seguro que la organización de Hondarribi ha tomado buena nota de todo, y que si una próxima vez se ven obligados a utilizar el Plan B, ajustarán mejor la distancia y aumentarán el tramo con ola del recorrido.
Pero ante todo, como he dicho, zorionak a Edorta y a todo su equipo.
El lunch como siempre, estilo hondarribitarra, con fundamento!
Nos vemos en la próxima