Ayer estuve paleando en solitario por Cullera. Después de las sabias lecciones de Lanzakayak era mi primera vez en el agua y quería consolidar lo aprendido. Postura de muñecas y codos, giro de cintura, timón de proa...
El caso es que iba repitiendo giros completos manteniendo rumbo... vamos, de prácticas, cuando ví a lo lejos unas cuantas palas juntas. Me dije "hoy hago panda" y a medida que iba acercándome, me daba cuenta de que allí pasaba algo raro. No iban avanzando, sino que se mantenían quietos, moviendo mucho las palas, pero estáticos y demasiado juntos. A medida que me acercaba podía distinguir varios paddle surf. Al principio me parecían 3, pero luego 2. También se veía una barca hinchable a remo y algo amarillo subía y bajaba. Todavía no entendía qué pasaba hasta que ví que lo amarillo era un pequeño kayak autovaciable. Alguien quería reembarcar y cada intento, por lo pequeño del kayak, lo ponía vertical, volcaba y vuelta a empezar. En eso que ví que la hinchable también volcaba. Me dí cuenta de que igual algo de ayuda iría bien, pero yo soy demasiado novato como para coger muchos riesgos, así que intenté valorar la situación e implicarme de la forma en la que no acabara yo también en el agua.
El del kayak amarillo estaba muy cansado de tantos intentos, el del hinchable había volcado, pienso que intentando ayudar al otro o porque el otro le volcó. La tercera cabeza en el agua era de uno de los paddle surf. 3 personas en el agua y las dos chicas del paddle surf, sujetando la hinchable y el tercer paddle surf. Sol, olas de mar de fondo y algo de viento. Yo ya pensaba que aquello estaba por encima de mis habilidades, pero la situación del del otro kayak era bastante peor.
Las rocas del Faro de Cullera hacían romper las olas. En ese punto del cabo cambian vientos (la montaña deja de protegerte) y aparecen olas. No había desembarco posible salvo palear unos 5/10 minutos. Nadando, más. Entre los 6 que allí estábamos, el único chaleco salvavidas o de flotabilidad, el mío. Cuerdas para remolcar... las mías. Naves estables en esa situación... mi fiel Puffin. El hinchable iba regular, el sit on top de alquiler, medio hundido. Los paddle surf... de rodillas con tanta ola y mar de fondo. El del hinchable consiguió subirse por fin, pero el sit on top se resistía a no volcar y cada vez llevaba más agua. Resulta que se lo habían alquilado sin tapón y el pobre, sin saber apenas nada, no entendía porqué entraba tanta agua, pero siguió remando hasta el peor lugar en todo ese trozo de costa de Cullera. Al final el del paddle surf me pidió cuerda para atar el kayak hundido con el fin de remolcarle. La llevaba en el tambucho delantero y a nado me la cogió. Ataron el kayak al hinchable, se subió el "náufrago" al hinchable y ambos remaron conmigo de escolta. El del Paddle surf volvió a su tabla y todos paleamos hacia el lugar de alquiler a que les cantara las 40. Llegando a la orilla me devolvieron mi cuerdecilla (la buena la descartaron por larga). Hablando de regreso con ellos, resulta que salvo las chicas del paddle surf, los demás iban cada uno solo por su cuenta, incluído yo.
¿qué saco en claro? que el chaleco no me lo quitan ni con agua caliente para salir en kayak. Que lo de ir solo no es tan buena idea. Que si alquilas algo, qué menos que verificar que no se va a ir hundiendo nada más salir, y un chaleco hubiera venido bastante bien. Que los kayaks cerrados son de sobra más estables que hinchables, sit on top y paddle surf. Que los kayaks cortitos tienen mala leche para reembarcar con olas y sin tener ni pajolera idea. Y que el cubre te ahorra mucha agua. Me ha parecido una temeridad lo que allí ha pasado. Entre aquél intentando subirse y ponía el kayak vertical, el del hinchable volcando, el del Paddle intentando ayudar desde el agua... aquello era un despropósito completo, pero hemos conseguido estabilizar la situación. Al colocarme al costado del otro kayak lo he dejado bastante quieto y tal vez ese poquito más de estabilidad ha ayudado lo suficiente. No es que haya hecho mucho, pero entre todos hemos conseguido que algo que podía haber acabado en los periódicos, tenga un final feliz, unas risas y un poco de cabreo por lo del tapón y, sin duda, una aventurilla que contar a los nietos cuando los tenga!!.