Ya de regreso de la Vogalonga 2017, aquí os dejo un resumen de mi viaje y mis impresiones:
* un día de ida y otro de vuelta (viajo con mi furgo que tiene casi tantos años como yo, así que estoy abonado al movimiento "slow", no solo cuando navego)
* llego el sábado por la mañana, y la organización ya tiene habilitada una zona con embarcadero en la Zona de Troncheto (a la entrada de Venecia, cerca de la terminal de cruceros).
* Sábado navegando por los canales de Venecia entre lanchas-Taxi, vaporetos, ambulancias y -las peores- las lanchas alquiladas por turistas.
Palear por el Gran Canal en esas condiciones resulta agobiante
Comparable a intentar ir en bicicleta por una autopista de nuestro país (sabido es el "respeto" de los conductores tienen hacia los ciclistas), ó cómo intentar cruzar a pie una autopista de 8 carriles en la que todos los carriles son de doble dirección, ó muy parecido a palear por algunos tramos de la Costa Brava en pleno mes de Agosto.
* lo bueno es que a la que abandonas los canales principales y te metes por los más pequeños la cosa cambia y ya solo tienes que compartirlo con los Gondoleros y alguna motora que -por su seguridad no por la tuya- van con el motor al ralentí
* Como es el fin de semana de la Vogalonga de vez en cuando te cruzas con algún -muy pocos- grupo de kaiaks que -como yo- deciden perderse entre sus pequeños canales. Eso hace -creo- que los Gondolieri te vean como un bicho raro pero te toleren (intentad siempre no entorpecer su trabajo, y haced que os vean o al menos os oigan cuando llegáis a un cruce de canales y vais a girar 90º una esquina).
* Navegar entre sus canales....ahí cada cual encuentra o no sus motivaciones. A mi me encantó navegar entre ropa tendida y paredes recubiertas de humedad, historia y cotidianidad; como me encantaba callejear por el Barri Gòtic, el Raval i el Barrio Chino de Barcelona mucho antes de que se convirtiera -también- en un parque temático y perdiera su personalidad.
* todo cambia el Domingo con la Vogalonga: Venecia amanece tranquila sin tráfico a motor con esa tranquilidad y ese ambiente con que amanece Barcelona en Domingo de Maratón. En esas condiciones, navegar por el gran Canal y por debajo de sus puentes sin ninguna embarcación a motor que levante oleaje y acompañado de embarcaciones a remo de todo tipo es una gozada, como también lo es irte cruzando con infinidad de embarcaciones históricas y descubrir diferentes sistemas de propulsión a remo (en linea, en paralelo, con timón, sin timón o con timón que también propulsa como la cola de un pez....).
* Desde San Marco salida a la Laguna (sin tráfico a motor) para dirigirnos primero a Burano, para luego de regreso a Venecia pasar por Murano y volver a San Marco recorriendo una vez más toda la majestuosidad del Gran Canal acompañado por embarcaciones y arropado por la gente que a esas horas ya abarrota las aceras y los puentes del Gran Canal.
* en total poco mas de 20 km de recorrido repletos de momentos y sensaciones diferentes a las que habitualmente tenemos cuando salimos a palear
* por último, tema olores y calidad del agua: mas que aceptable. Comparable al agua que te encuentras descendiendo por el Ebro, o por alguna ría del Cantábrico. Sin objetos flotantes, más allá de alguna lata de cerveza o algún botellín de agua vacíos. Pocos olores y solo en una ocasión de origen fecal (si te aventuras en metro en hora punta estarás más expuesto y no por eso dejo de coger metro cuando lo necesito).
Bueno; pues si habéis llegado hasta aquí hasta aquí (vaya parrafada que al final me ha salido) aquí terminan las memorias de un kayakista sarnoso en Venecia. Ahí las dejo por si a alguien les puede ser de interés.
Ciao ciao