Como resulta que "cada uno habla de la feria según le va en ella", yo tendré que defender las virtudes del plástico, sobre todo a la hora de embarcar y también de desembarcar en playas (y estoy pensando en playas de arena, porque las de piedras ya ni te cuento...)
Yo he tenido malas experiencias con las puñeteras olas, no solo con el kayak, también con tablas de windsurf.
El problema, más que la frecuencia es el tamaño. Cuando tenía un kayak cerrado, me parecía que iba mucho mejor preparado para enfrentarme a la ola, ya que solo me mojaba la parte superior y las maniobras eran más fáciles porque no entraba agua. Pero ahora con la autovaciable, aparte de mojarte íntegramente y más, ya puedes tener todo bien sujeto o te tiras media hora buscando todo lo que se llevó la puñetera espumita.
Yo creo que la técnica consiste en lo de siempre: entrar perpendicular a la ola a la mayor velocidad posible para mantener ese rumbo hasta que las olas dejen de romper.
Pero lo mejor es salir desde una rampa y con marea alta a ser posible.
Saludos,
Rafa