El pasado mes de Junio pasamos por aquí remando, y nos bañamos delante. No os podéis imaginar la sensación cuando estás a los piés de este mastodonte. Es tan grande que sinceramente dudo que lo derriben. Si tuviera que apostar, creo que lo dejarán estar una serie de años, y luego lo abrirán.
En Garrucha y Mojácar sucedieron cosas semejantes hace unos 15 años. Se "remodelaron" antiguas villas, integrándo la remodelación con el entorno y tal, pero a la vuelta de un par de lustros, nuevas recalificaciones o lo que sea han terminado de destruir la zona. Como botón de muestra aquella enorme y deliciosa playa de Vera "El Playazo", seis kilómetros de arena, eucaliptos, soledad y naturismo. Hoy hormigón de punta a punta.