Yo no voy a entrar en discutas sobre política, estructura política, ideología y los parabienes de la democracia... Aviso a navegantes. Si se quiere hablar de esto (y es necesario hablar de ello, para que nadie escuche el silencio y lo considere aceptación borreguil... por lo que pueda tomar la iniciativa del tirano, o del déspota).
Solo quería aportar, y como experiencia personal, una cosa que me pasó en las Landas. Andábamos de surfari (locuras de juventud que a veces se prolongan en la ¿madurez?), por esa zona. EN una sesión yo perdí las aletas, bueno una, por un revolcón. Las olas allí son considerables (pero una gozada), y el peligro es real.
En la siguiente sesión, en otra playa con olas todavía mayores, intenté meterme con solo una aleta. El socorrista amablemente me indicó (si amablemente, estilo francés), que sin las dos aletas no podía meterme. Y yo, esperando un momento de descuido, entré a las olas. Al salir del primer mogollón, con tubo incluído... en la orilla me esperaban sendos gendarmes, que (esta vez menos amablemente) me engrilletaron y llevaron fuera de la playa. Como un bendito, pagué los francos de la multa y nos tuvimos que volver por ausencia de solvencia económica. Pero reconozco que tenían razón. Ahora estaba muy clarito que el principio de su actuación era el de salvaguardar mi seguridad. Yo, gallito joven y surfero (buguero) aguerrido, no era consciente del peligro que conlleva un posible rescate. Y por ello exigían las condiciones para asegurar una práctica con un riesgo menor.
Pero eso es diferente a que unos ayuntamientos puedan ver el negocio de verano en multar a quienes surfeen olas en bandera roja (Si no, cuándo encuentras las paredes y los tubos?). Como decía antes: "están locos estos romanos".
Mario, sigue así, y CT a la polémica que te tienes que foguear.