Personalmente, a un crío de esa edad yo solo dejaría que se montara y le daría unas vueltecitas por plena orilla (siempre poder hacer pie, incluso ella -para que te hagas una idea). Por eso de la ilusión, si es que la tiene, pues a veces somos los padres los que la tenemos más y el crío se ve en un compromiso.
Cuidado con los embalses, hace pocos días anotaban que la gente se cree que no hay riesgos por ver el agua tranquilita y tal. Comentaban errores de aúpa - gente que decide cruzar en algún tramo porque cree poder llegar al otro lado- pero uno de los puntos que destacaban era el hecho de tener un fondo irregular- que puedes estar haciendo pie, dar un paso ... y hundirte como el Titanic-
No se trata de que el kayak pueda o no, en teoría puede, según los datos. Se trata más que nada de esos imprevistos que anota el compañero. Yo no me querría ver, tras un vuelco (porque recordemos que pueden ser más o menos estables, pero el vuelco siempre es una posibilidad) teniendo que controlar el kayak, al crío ... y tranquilizando a la parienta al borde de un ataque de nervios desde la orilla.
Dicho esto, si vas probando cositas (tú solo) y ganando experiencia (sobre todo rescates, cómo volver a subir si volcaste), esa experiencia te servirá para ir complicándote la vida todo lo que quieras.
Por supuesto, todos con chaleco, puesto y BIEN puesto (de nada sirve un chaleco que se te salga por la cabeza en cuanto estés flotando)