El sistema que propones, es bastante ingenioso, pero puede que plantee algunos problemas en la práctica, como ya te han dicho. Te describo seguidamente uno de esos posibles problemas.
La técnica del fondeo, viene dada por una serie de constantes y de variables.
1º. Debemos de tener siempre en cuenta el fondo (profundidad y tipo de fondo). El primero, es fácil aun sin conocer, utilizando el rezón inicialmente a modo de sonda (al tacto). El segundo, si no conoces la configuración de este por medio de cartas o de referencias de otros compañeros, la única forma es la observación previa con las gafas (tendrías que “saltar” del kayak y visualizar por ti mismo, antes de hacer uso del rezón), o el uso de un “mirafondos”. Con el uso de ecosonda (quien la utilice a bordo), te da con bastante fiabilidad el dato de la profundidad del fondo y del tipo de este, pero cuando es de piedra, no te garantiza nada que posteriormente, no tengas problemas para liberar el rezón.
2º. El uso e incorporación de una cadena entre el cabo y el rezón, así como de darle al menos tres veces la longitud del cabo con respecto al fondo real, es para que el eje o “caña” de dicho rezón, quede lo mas horizontal posible y ejerza de esta manera su trabajo de forma adecuada y no se vea afectado por cambios de ángulo hacia arriba, que haga efecto de palanca y a su vez haga saltar o desenganchar accidentalmente, el rezón de su anclaje en el fondo.
3º. Respecto a las variables (corrientes, vientos y olas), las tenemos que considerar siempre. Una embarcación fondeada, así como su anclaje al fondo, queda “al pairo” o lo que es lo mismo, todo el conjunto queda afectado por estas variables. Todo el sistema de fondeo (ancla o rezón, cadena, cabo y cualquier otro artilugio que incorporemos a este conjunto), debe de ser eficaz en todo momento, aun contemplando estas variables y funcionar siempre igual de bien, sea cual sea el ángulo de giro (a la redonda), así como la intensidad de los tirones, en que tire la embarcación. Si las garras de tu rezón han quedado tan firmes en una piedra, que impida que este gire, hará que el cabo sea el único que gire y cuando alcance la suficiente angulación, que haga soltar el seguro del mosquetón que propones, hará que tu kayak quede a la deriva. Otra cosa que hay que considerar en tu propuesta ¿Qué te hace pensar, que el cabo verde, no va a engancharse en estos movimientos de giro de “las variables” mencionadas y haga saltar el mosquetón involuntariamente?
4º. El uso de bridas y tozos de sedales, funciona muy bien. Propongo el uso de cinta aislante, como sustitución de estos últimos elementos, al ser una solución mas ecológica y no dejar residuos sintéticos en el agua tras su uso. Para ello, darnos unas cuantas vueltas de cinta a la argolla final de la caña del rezón para hacerla firme y luego daremos vueltas sobre la cadena, proporcionalmente al esfuerzo que tiene que soportar y que rompa esta ultima parte, cuando el esfuerzo sea mayor (cuando somos nosotros los que estamos actuando sobre el), en la maniobra de zafado y recuperación del rezón. De esta manera el tramo de cinta aislante que sujetaba la cadena se rompe, pero la cinta queda unida a la argolla, sin desprenderse. Esto también se puede hacer con sedales y animo si no lo hacéis así, a que probéis, pero el uso de la cinta (al menos para mi), es mas sencillo.
5º. Por último, tened en cuenta el esfuerzo que se ha de hacer en las maniobras de recuperación del rezón. Si nos pasamos y sobredimensionamos el “sistema de ruptura” o aunque este haya funcionado bien y el rezón quede enganchado. Desde un kayak, no podemos hacer grandes esfuerzos, sin desequilibrarnos. Aquí una solución, antes de cortar el cabo y abandonar el ancla o rezón, es portar e instalar un flotador de pala y hacerlo firme al kayak. Esto hará que podamos ejercer mas fuerza en dicha recuperación de este elemento, sin desequilibrarnos.
Un saludo