ANTES DE LA RUTA.
Hola, el sábado pasado tuve la suerte de participar en la Ruta Fenicia que cada año se hace por estas fechas.
Para mí todo comenzó el viernes por la noche, porque en ese momento me encontraba sin kayak. Mi Creus de Fun Run, vendría de Burgos el sábado por la mañana, gracias a un amable conductor y a las molestias que se tomó Javier de la Puente ( todavía no se como agradecerte los favores Javi ).
La noche del viernes la pasé hasta altas horas de la mañana, limpiando en la casa de la playa, por la cosa de no hacerlo en las horas de sol y pensé que esto me afectaría a la hora de completar la Ruta.
También tenía la incertidumbre de cómo me iría con mi nuevo kayak, tenía que tener en cuenta que debía pasar muchas horas paleando con él y supongo que comprar un kayak nuevo, es similar a estrenar unos zapatos nuevos, vamos …que hay que rodarlos un poco, je, je.
EL SÁBADO.
El sábado me levanté muy temprano para ir a recoger el Creus, quedé con el chófer que me lo bajaba y cuando llegó el camión, mi corazón palpitaba con ilusión.
Parecía un niño pequeño con un juguete nuevo y en realidad era así, abrí las puertas del camión y allí estaba, envuelto en plástico, de color blanco, reluciente, en cuanto lo pude levantar comprobé su extrema ligereza ( y eso que el Skua era ligero, pero este lo supera con creces ), me sorprendió cuando lo mantuve suspendido con una mano sin apenas esfuerzo, pensé: ¡¡ jolines !!, ¡¡ que poco pesa !!.
No me costó nada subirlo a la baca de la furgo, lo amarré y tras darle las gracias y una propina al chófer, me dirijí hacia la costa.
LOS PREPARATIVOS.
Iba a ser la segunda vez que pasaba la noche durmiendo en una cala y la experiencia de la primera me sirvió de mucho, sobre todo a la hora de ser un poco más minimalista a la hora de cargar el kayak.
Al ser verano no hacen falta mantas, ni grandes chaquetones, etc …, me llevé lo que pensé sería lo justo y aún así, todavía me sobraron cosas:
- suelo de rafia
- tienda
- saco
- esterilla autoinflable
- bolsa estanca con ropa seca
- las " crocs " naranjas ( 7 euros en Eroski )
- gafas de bucear graduadas
- una paleta montada con señuelos infalibles ( 4 picadas ).
- bolsa estanca con la comida
- 3 botellas de 1 y 1/2 litros de agua
- el licor de hiervas mallorquinas de Monociclista
- una gran taper estanco con la cámara, una batería, el móvil, las llaves de la furgo, linterna, dinero, biodramina, neurofren, pretector para el sol, antimosquitos, unas hojas dobladas, un lápiz.
Y ya las cosas usuales para navegar, chaleco, cubre, pala, flotador de pala y flotador playero plegado tipo donuts, que a partir de ahora siempre procuraré llevar encima por lo que nos pasó el otro día, ojala lo hubiese llevado.
Llamé por teléfono a Pepe, que por su tipo de trabajo no podía salir con el resto de participantes y decidí quedarme a terminar de limpiar en la playa para esperarlo y salir los dos juntos ( no mola pasar por la tarde el Cabo de Palos en solitario ).
Quedé con él a las 6:00h en el canal de Marchamalo y a las 3:00h me fui con al furgo para la escuela de Alex. Bajé el kayak y todas las cosas, aparqué la furgo y me dispuse a cargarlo todo. Pronto me di cuenta de que me sobraba mucho sitio, la capacidad de carga del Creus es muy grande y tuve que repartir las cosas en los tambuchos para que no se me moviesen mucho en el mar.
Me gustó mucho después de meter las cosas, como al poner las tapas de los tambuchos, si las aprietas un poco se quedan cerradas al vacío, osea … estancas de verdad y así siguieron durante todo el fin de semana, sin entrar ni una gota de agua.
COMIENZA MI RUTA FENICIA
Me metí en mi kayak con la misma ilusión del que estrena coche, je, je y comenzé a palear sin más, porque tuve también la suerte de que los pedales estaban regulados a mi medida.
Navegué en dirección a la Base Militar de San Javier y cuando la rebasé, me di cuenta de que dejándome la Isla del Barón a mi derecha, llegaría a Marchamalo trazando una línea recta.
El día era perfecto y me sentía muy bien, porque el kayak es muy rápido, muy estable y me estaba dando muy buenas sensaciones, una tónica que continuaría durante todo el fin de semana.
Me sentí el Capitán Nemo cuando iba cruzando el Mar Menor de punta a punta, navegaba a buen ritmo, me encanta navegar en el Mar Menor e ir cruzando sus islas, escuchar como las gaviotas me hacen señas para que me separe de sus crías y de vez en cuando saltaba alguna lubina frente a mi kayak aunque en mi paleta no picaba ninguna.
Poco a poco me fui aproximando a la zona de las aguas duras de La Manga del Mar Menor, mi paleo era rápido y sentía que mi Creus quería más y más, yo también quería más y así mantuvimos un tira y afloja, hasta que casi sin darme cuenta llegué a la bocana del Canal de Marchamalo.
Una vez en el canal comprobé como navega el Creus en aguas tranquilas y os puedo decir que es una delicia, levanté el timón para observar con detalle como responde a los canteos y su respuesta de muy buena ( supongo que por su medida es muy maniobrable ).
Ya había navegado más de 20 kilómetros en solitario y me sentía genial, llegué al final del canal y me bajé del kayak, me lo até con un cabo al cubre y me acosté en una zona en la que el mar tan sólo cubre unos pequeños centímetros, lo cual permite estar acostado en la arena y con el cuerpo mojado.
¡¡ Aaaaaaaaaah !!, ¡¡ que placeeeer !!, allí estaba yo …, a punto de salir al Mar Mayor con mi kayak nuevecito, acostado en la arena y mecido por las pequeñas olas que tímidamente llegaban de la bocana.
Tras una buena siesta miré el reloj y comprobé que eran más de las 19:00h, pero … ¿ dónde esté este Pepico ?, je, je, ¡¡ que buen tío que es !!.
A los cinco minutos atisbo a ver un kayak naranja cruzando el canal en la dirección en donde yo me encontraba y en efecto …, es un Dagger Exudus con Pepe a bordo.
SALIDA AL MAR MAYOR
Tras un cordial saludo y unas risas, salimos por la bocana del Canal de Marchamalo al Mar Mayor. El mar estaba un " pelín " movido, pero nada preocupante, el viento era de fuerza 2 a 3 y navegábamos a buen ritmo manteniendo una animada conversación.
Cuando nos faltaba apenas un kilómetro para llegar a Cabo de Palos, pudimos observar que en el cabo, la cosa estaba un poco más movida, las olas llegaban al cabo y rebotaban en sus paredes, haciendo que el mar pareciese una olla express, je, je.
En esta situación las olas vienen de varios lados y recuerdo con detalle, que con el Skua ( y por culpa de mi falta de experiencia ) cuando he pasado por este lugar, lo primero que hacía es alejarme bastante de la rompiente, para poder estar lo más estable posible, pero … la cosa había cambiado mucho con el Creus.
No tuve ni la menor duda de que me metería por entre los cortados y así lo hice, ¡¡ que gozadaaaaaaaaa !!, por entre las rocas y los cortados de Cabo de Palos, el agua huele fuerte a mar, también el sonido es espectacular y la costa de ve de diferente manera.
En ningún momento me vi inestable y pude disfrutar de lo lindo, nunca había pasado por allí y estaba disfrutando cada palada que daba, ¡¡ si señores !!, ¡¡ el gran PacoSkua !!, ¡¡ el miedica más grande del Mar Menor !!, ¡¡ cruzando los cortados del Cabo de Palos !!, je, je, y todo gracias al Creus que se estaba portando mucho mejor de lo que esperaba.
Una vez que salimos de esa zona, navegábamos por mar abierto y el mar estaba un poco más movido, pero me sentía feliz porque mi barco avanzaba de lo lindo con cada palada, Pepe me comentó alguna vez que me veía muy bien.
LLEGADA AL CAMPAMENTO BASE.
Cuando pasamos frente a Calarreona, tan sólo nos quedaban un par de kilómetros para llegar a nuestro destino y juntarnos con los otros. Yo personalmente no quería llegar y si quería llegar, ( menuda comedura de coco, je, je ). No quería llegar porque estaba muy agustito navegando, pero si quería llegar para saludar a los amigos.
Todos sabían que había vendido el Skua y que llegaba con el Creus nuevecito y la ocación pintaba de cine, para llegar con una entrada triunfal.
Enseguida vimos la cala en donde ellos estaban, se veían muchas tiendas ya montadas y algunos de ellos, se acercaron a la orilla para recibirnos.
Yo pensé: Paco …, aquí pega una surfeada guaperas y la secuencia de olas que llegaban a la orilla se prestaban a ello. Ni corto, ni perezoso me armé de valor y me lanzé a buscar una buena ola que me disparase hasta la orilla.
Y allí estaba, detrás de mí, ¡¡ hay, hay, hay !!, me cogió por detrás y recordé las palabras de Pedro Luis ( palea fuerte y la cojerás mejor ), así lo hice y paleé con todas mis ganas, la ola me cogió con mucha velocidad y la estaba surfeando, ¡¡ yihaaaaaaaaaaaaaa !!, entonces fue cuando el kayak, comenzó a escorarse hacia la izquierda, más que escorarse se me estaba cruzando del todo y volví recordar las palabras del maestro Pedro Luis, ( apóyate en ella y mejor pásate de apoyo y nunca te tirará para el lado contrario ), así lo hice, me preparé y me apoyé en ella con la pala, hice un apoyo alto y aquí vino el revolcón. Como me apoyé de más, pues me quedé sin ola, je, je y ¡¡ catapúm !!, a tragar arena, ja, jaaaa, menuda entrada triunfal, je, je, menos mal que por lo menos los de aquí ya están acostumbrados a verme boca abajo, juaa, jua.
LA ESTANQUEIDAD DE MI KAYAK
Una de las cosas que estaba deseando hacer cuando llegase a la arena, era abrir las tapas de mis tambuchos. Habíamos navegado anteriormente por zonas en donde las olas pasaban por encima de la cubierta y quería comprobar su estanqueidad después del revolcón. Tras saludar a la peña, abrí la tapa oval y ¡¡ sorpresaaaaaaaaaa !!, ni una gota de agua, había estado navegando durante un montón de hora seguidas y estaba todo seco, ni una gota. Abrí el de delante y lo mismo, os aseguro de que el kayak es estanco del todo y es una gozada abrir las tapas y que esté todo muy seco.
LA TIENDA.
Pues nada que se me ocurrió una buena idea, ir a visitar a mi Papi, para pedirle una de las tiendas que él usa para hacer esperas. Me cogí una del Decathlon de las buenas, ponía " nosequé " de ultraligera y vaya que si era ultraligera. Tanto que si no es por la ayuda de mis compañeros tengo que dormir al raso, je, je, porque no había quien montase eso. De madrugada me pasó una cosa de risa, je, je resulta que estaba durmiendo tan agustico y sentí mucho calor, ¡¡ ufffffff !!, ¡¡ que calor que tengo !!, ja, jaaaaaaa y es que cuando me dí cuenta, la tienda se me había caido encima, jaaaa, jaaaaaaaaa, estaba sudando como un cerdo y no me había dado ni cuenta. Tuve que despertarme y con cuatro piedras volver a sujetarla de nuevo para poder seguir descansando.
Continuará …, es que ando liadillo porque el viernes me voy una semana de vacaciones, un saludo.