20 Kg??!!! Increíble. Lo de la suelta de un ejemplar de estas características toma sentido, por su tamaño respecto al que puede alcanzar esta especie, y según el momento en el que se produzca dentro de la evolución de todo pescador. Lógicamente, algo así no lo hubiera soltado hace un año, es más, tampoco hace unos meses, pero últimamente estoy teniendo fortuna y, en el contexto de las capturas que se me han presentado estos meses a tras, esta es una pieza pequeña. Esta evolución me ha llevado a valorar con tristeza fotos de algunas de mis antiguas capturas, animales que debería haber soltado. Con todo esto no quiero aleccionar a nadie, que quede claro; como ya he dicho en otra ocasión, tampoco podría. No soy precisamente un ejemplo de rectitud en esto de la pesca. Lo que si os puedo decir es que, cuando he soltado alguna pieza de estas características, he experimentado una felicidad desbordante. Os animo a que busquéis la gran picada, que pongáis vuestras miras en los “pesos pesados” que se atrincheran en las piedras que perlan nuestro litoral, porque están ahí y se dejan embaucar por nuestros señuelos.