El parte se ha equivocado hoy, por suerte para nosotros. Hemos salido 6 amigos con 2 Seayak, Piranya Orca, Omei inuit, Murano y Skua desde Cala Reona con buena temperatura y mar suave, en dirección a Cabo de Palos con algo de viento lateral, que una vez hemos doblado el cabo nos venía de espaldas, con olas largas que nos han lanzado en línea recta hacia el canal de Marchamalo. He disfrutado muchísimo al lado de mis colegas adictos al gimnasio, mientras los pescadores seguían otro ritmo. Con "el palico", como llaman a mi pala, he cogido un ritmo de molinete y no han conseguido pasarme. Luego toso un poco, pero compensa.
En el canal he cambiado a la Inuit, cuyo propietario está pensando en cambiar y quería probar la mía. Es una buena máquina, pero un poco perro, como decimos por aquí.
La murano ha roto el cable del timón y lo hemos reparado en el Centro Deportivo, dónde Joaquín nos ha sacado unas sillas y mesa y hemos desayunado largo y tendido, una mañana primaveral a tope, ya sin camiseta algunos.
A la vuelta ha tocado hacer un poco el indio en las olas que rompen en La Manga, hemos surfeado unas cuantas y Pedro Luís ha salido a la orilla a trompicones laterales, se ha partido el vástago del timón. A la salida de la playa nos han pasado por encima varias, y les he dado un poco de envidia sacando mi camiseta seca del tambucho.
Hacia Cabo Palos el viento, en lugar de la subida pronosticada, ha bajado casi a cero y hemos paleado dulcemente y sin prisa. Entre los peñascos del Cabo hemos ido pegados a la orilla, cruzando entre islotes aprovechando la ola y subiendo un poco la adrenalina. En un paso muy estrecho en el que pasa justo el kayak, estaba esperando la ola correcta cuando un compañero que estaba atrás con la Seayak no se ha dado cuenta y la ola lo ha lanzado contra mí, me ha metido con la proa en la espalda. Hoy tengo una nueva razón para seguir con mi super-chaleco de camuflaje, con mucha espuma en la espalda, afortunadamente muy recia y que me ha salvado de algo grave, seguro que sin él me hubiera jodido una costilla. Hay que llevar mucho cuidado en el agua, que un percance surge de dónde menos se espera. Ni él ni yo habíamos previsto ese choque, que una vez que ocurre piensas que era de cajón.
He terminado el recorrido esperando a los pescadores, sin prisa, no tenía ganas de salir del agua. Frente al puerto y viendo a Marco convertirse de punto en la distancia a persona, me he fumado un cigarrito que me ha sabido a la inauguración de la primavera, la he sentido de golpe. Con la pala flotando perpendicular al kayak, es un auténtico muelle flotante.
Después comida en La Bodega: Ensalada,Caldero, asado de cordero, natillas y café.
A la vuelta he parado en Decathlon porque se me ha roto una cremallera de los escarpines del Lid´l, a buscar repuesto. Había unos cojonudos para kite-surf, creo que la pieza fundamental en los escarpines para el kayak es el talón, especialmente la parte interna donde apoya con el casco. Estos tenían todo el talón redondo, de caucho blando y muy espeso, casi medio centímetro: pero a partir del número 38, el modelo cambiaba, menuda putada. No me han gustado ninguno de los varios modelos, pensados para caminar pero no para que el talón repose naturalmente sin verse forzado. Me he dado una vuelta por las secciones de buceo, surf, etc, y me ha dado la impresión de que la línea de precios la están subiendo, ya veremos.
Un día de paleo estupendo, de hecho he metido el kayak en la cochera sobre el coche, sin desatar, a ver si mañana me despierto antes que la parienta y puedo echar un par de horicas en el río.
