Ya se comentó desde el principio, que el tema está viciado a contestar a pies juntillas que somos la sociedad actual poco o nada eficientes con respecto a los inuits (al menos para el neófito). La condición humana es así y tiende a elogiar a culturas de las que nada o poco se sabe y tachar a nuestro vecino. Tan solo tenemos que hacer una pequeña encuesta callejera de opinión, de qué nos parecen los habitantes de nuestros países vecinos (Francia, Marruecos, Portugal, etc.) y compararlos con otros ciudadanos del otro lado del planeta. Seguramente, si hubiesen encontrado vida en Marte, estaríamos aplaudiendo "lo buenos que son los marcianos".
Pero a poco que uno estudie el tema, no hace falta mucho tiempo, para sacar unas conclusiones muy distintas:
- Los inuits, jamás han coexistido con la sociedad actual, por lo que difícilmente se puede comparar. Si entendemos que los inuits, como tales, se extinguieron en el siglo XVIII, en todo caso deberíamos compararlos con la sociedad europea de ese siglo. En esa época, los europeos no estaban recalentando la atmosfera, ni consumiendo indiscriminadamente combustibles fósiles, ni se estaban sobreexplotando los recursos naturales, ni nada de lo que se está tachando a los "occidentales". Al contrario, fue una de las mejores etapas de la humanidad en todos los aspectos.
- La poca información que se tiene de los pueblos inuits, nos da a fantasear sobre de lo idílico de su interacción con su entorno y sus pocos recursos. Ni uno, ni otro. La zona del ártico poblada por pueblos inuits, llegaba incluso a latitudes por debajo del paralelo 60 (Labrador, Quebec, Ontario, etc.), donde los veranos son inmensamente fructíferos en vida animal y vegetal, como para hacer una buena recolecta de frutos, caza y pesca, para conservar con abundancia de cara al crudo invierno. También comerciaban y disputaban con otras etnias indígenas del norte de Canadá. Muchos países europeos se encuentran a esas latitudes y por lo tanto mantienen inviernos igualmente crudos, sin que los valoremos como excelentes supervivientes, como se ha tendido a valorar aquí.
- La creencia de que eran innatos ecologistas, se cae cuando en yacimientos arqueológicos, se han encontrado restos de animales ahora extintos. ¿Contribuyeron ellos a su extinción por sobreexplotación? (no se sabe, pero lo cierto es que no hicieron nada por evitarlo, pues los consumían cuando los europeos ni siquiera conocían esas especies).
- Ciertas pautas de comportamiento eran tildadas incluso por sus etnias vecinas como "salvajes" o más indicadas en animales que en humanos. Pautas que en la actualidad se quiere olvidar o tergiversar por ellos mismos, por vergüenza. Entenderemos pues, que en el norte del Canadá, todavía llamar "esquimal", es un insulto para estos descendientes de inuits, como "comedores de carne cruda", como se quiere dulcificar ese término, sino que tenía otras connotaciones más vergonzosas. Incluso los habitantes de Groenlandia, no se identifican con inuits por vergüenza, sino con Dorset (etnia más antigua, pero más civilizada y avanzada que los propios inuits).
- En el momento que empezaron a utilizar herramientas, útiles y armas modernas (momento en que reniegan ellos mismos a sus costumbres y usos ancestrales, dejaron de ser inuits, por propia comodidad o supervivencia), los países que territorialmente los gobernaban, tuvieron que regular sus explotaciones pesqueras y de caza e imponerles un cupo de capturas, para evitar sobreexplotación y agotamiento de especies, sin ser ellos conscientes de argumentos ecológicos, que nunca tuvieron, por mucho que les queramos atribuir de esa sensibilidad o sostenibilidad.
- Con demasiados argumentos en contra, no podemos tener a los antiguos inuits, como un modelo a seguir, en concepto de ecología, armonía con su entorno natural y social con otras etnias. Es sin duda un mal ejemplo.
- Sin embargo hay muchas otras etnias que incluso siendo mucho más antiguas, han perdurado hasta nuestros días, han coexistido sin mezclarse voluntariamente con otras etnias (incluso con occidentales) y han pervivido en estricta armonía con su entorno natural sin sobreexplotarlo, ni dañarlo. Como ejemplos, tenemos tribus perdidas en el Amazonas, en Centro África y en las islas del Pacífico.
El que me conoce personalmente, sabe que no soy sospechoso de "pro capitalista" (todo lo contrario). Soy y he sido desde la adolescencia, ecologista militante en varios grupos y ONG´s. No comparto para nada nuestra forma de explotar el planeta y sus recursos. Pero eso no justifica que fantasee o tergiverse la realidad de los antiguos pueblos inuits, ni mucho menos que los aupemos como adalid o modelo cultural y ecológico a seguir, como se está queriendo decir aquí, bajo un desconocimiento absoluto.
A poco que investiguemos sobre ellos y dejemos de fantasear, tendremos una opinión muy distinta. Al menos eso es lo que me ocurrió a mí, cuando un pariente cercano, que ha vivido parte de su vida en Quebec y los ha estudiado en profundidad, hablaba de los descendientes de los inuits del norte de Canadá, como de "salvajes" e "indeseables", mantenidos artificialmente por el gobierno en sus guetos, para evitar conflictos por inadaptados sociales o incluso como espectáculo para turistas y venta de manufacturas artesanales, al igual que se hizo con las demás reservas indias en el resto del país y los EEUU.