Como en este foro hay poca información de los modelos biplaza, voy a hacer una breve descripción de la primera salida “larga” con el Airquatic Pegasus.
Para empezar, decir que se trata de un modelo compacto de fibra, fabricado en Vigo que tiene una eslora de cinco metros y una manga de 68, lo que ha un peso anunciado de 24 kilos.
Mi opinión personal es que es más razonable la compra de barcos de fibra que plástico. Los biplaza son barcos corpulentos, de mucha manga y volumen y en plástico se van a los 40 kilos. Este con 24 declarados se hace complicado de subir a una baca, sobre todo de un coche alto y si quien te ayuda no es muy cachas (un niño, mujer, personas con problemas de espalda), así que 40 kilos deben ser un muerto y requieren carrito más grua.
En cuanto a la eslora, 5 metros son suficientes para unas buenas cualidades dinámicas como comentaré luego. Hay barcos muchos más largos, que tienen un handicap importante, porque exceden los límites legales para nuestros coches. Es el caso del Assut II que con 6 metros vas a transportar siempre fuera de la ley aunque tengas una lumousina.
El Pegasus viene con un timón inferior muy eficaz. Tiene la ventaja de que te permite un reembarque por popa en caso de vuelco sin clavártelo, pero en cambio va más protegido que en un kayak de pista.
Hay dos tambuchos con bocas de buen tamaño, sobre todo la trasera. No son muy grandes a simple vista, pero cabe de todo y además el tripulante trasero puede recuperar cosas del tambucho trasero sin peligro. El cierre es a presión y completamente hermético.
Las bañeras son muy grandes. Demasiado parece cuando salpican las olas y no llevas cubre, pero tienes mucho sitio para llevar cosas contigo y agradeces la apertura cuando haces un embarque o un reembarque tras una caída. De hecho, la maniobra de subirse es muy segura gracias a esto y a la generosa manga del kayak.
El asiento es fijo y viene unido al casco. En mi caso lo he encontrado muy cómodo y con buen apoyo a los riñones. La adaptación a la estatura del tripulante se hace jugando con la longitud de los estribos El acabado de todos los materiales es completamente correcto y el kayak da sensación de gran solidez. Entre los dos tripulantes hay un mamparo.
Tras subir al kayak, la sensación es de gran tranquilidad. El barco flota estable sin necesidad de apoyar remos. Puedes inclinarte con tranquilidad que el kayak no pasa de una escora determinada. Esta estabilidad es de agradecer si no vas a ir de matao, porque te permite pausas para descansar, comer o sacar fotos.
Puestos en la mar, comenzamos la excursión, primero unos metros de calma hasta asomarnos fuera del dique de abrigo y salimos fuera. Pega el viento duro, hay corriente y el mar está picado. Las olas no son altas, pero son muy frecuentes. Salimos a posta por el lugar que parece más complicado.
Pese a la corriente y el viento, avanzamos a buena velocidad. Las olas rompen en la proa y me mojan las salpicaduras. En un principio me extraña la velocidad que sostenemos para el esfuerzo que hago y tardo un poco en darme cuenta que tenemos dos motores. La verdad se nota mucho la diferencia ir sólo.
Con precaución y luego con más tranquilidad, trazamos un círculo para ir probando las olas desde todos los ángulos. Bien de frente, bien por las amuras y hasta de costado. Al principio iba bastante intimidado por llevar las olas por el peor lado. No remamos de manera acompasada, pero al poco comprobamos que no hay motivo para ponerse nervioso.
El timón responde muy bien y hay bastante capacidad de maniobra, pero se nota que somos muy novatos en manejarlo.
Tras un par de kilómetros de bordear la costa volvemos con olas por atrás. El mar está demasiado malo como para aventurarse demasiado la primera vez . La sensación es muy buena al llegar al abrigo y aprovechamos las aguas más calmadas para hacer 500 metros de “avante toda”. El kayak alcanza una velocidad mayor que la que nunca conseguí con un individual y la sostenemos sin esfuerzos pese a que aun no sincronizamos demasiado bien (otra vez la ventaja de los dos motores). Un deslizamiento estupendo sin que se formen olas en la proa. No me lo esperaba con una manga tan generosa.
Finalmente volvemos. Me ha gustado mucho como va este kayak y me ha gustado la experiencia de ir dos. Puedes charlar sin esfuerzo e ir compartiendo las vivencias de la navegación.
Y lo mejor. Tenemos todo el verano por delante.
Edito para añadir una foto, que tomé prestada de un blog portugues
Como se vé, el tripulante delantero va bastante próximo al centro del kayak, de manera que con un poco de lastre puedes salir sólo en una excursión no muy complicada y sin problemas.
El blog portugues donde hay más fotos es
http://www.amigosdapagaia.com/ap/index.php?name=coppermine&file=thumbnails&album=167&page=1&sort=naEdito:
Acabo de incorporar como equipo, los cubres "oficiales" de Aircuatic de neopreno. La verdad es que el cubre es un elemento interesantísimo. Son unos cubres muy grandes porque la bañera lo es, y dentro te sientes como sentado en el sofá de casa. Al sol, no te dan calor porque también te protegen de los rayos, y con lluvia, la sensación de confort aumenta enormemente. Además, que es el motivo porque los compré en un principio, te da mucha seguridad con la proa a las olas que ves que no te inundan, cuando sin bañera metido en mala mar, llegas a temer que una ola entre plenamente dentro. Recomendables.
Tema niños: Un niño de 10 años, rema con la misma comodidad que un adulto. Una niña de 6 también. En este caso cambio la pala normal por una pala pequeña de plástico de las que se usan en las balsas hinchables y va muy bien aprendiendo a sincronizar y dar paladas. El barco no da problemas de estabilidad o gobierno.
Tras dos meses de salidas hemos mejorado nuestra forma física de manera que ahora si sincronizamos correctamente y nuestro problema es el contrario. Pretendemos mantener un ritmo tan alto (dos adultos) que si llegamos al limite de velocidad del barco y a veces nos vemos fustrados por no alcanzar mayor velocidad punta. Eso es problema nuestro por intentar mantener los cruceros no de otros kayak de mar sino de kayaks de pista. Es tontería por nuestra parte, pero nos ocurre. Por eso ahora me gustaría pasarme a algún barco más agresivo para entrenar, pero estamos muy lejos de manternernos en uno de pista.
Con mi hijo de 10 años, ya no hay ese problema, y hacemos perfectamente excursiones de 10/12 kilómetros en una mañana. En estos meses de entrenamiento en pista y excursiones de ha puesto fuerte como un ceporro.