La ley española 28/ 2005, de 26 de diciembre, conocida por la ley antitabaco, promovida como la entonces ministra Salgado, intentó enmendar o parchear un problema latente que nos afecta a todos como es el tabaquismo. Pocos son los bares, restaurantes y locales de ocio donde se prohíba fumar a sus clientes. Pero, aun así, los más perjudicados son los propios trabajadores de estos locales, que diariamente se ven sometidos al humo de centenares de cigarrillos. Ahora lloverá donde antes debía haberlo hecho. El pasado 18 de junio, el Congreso de los Diputados instó al Ministerio de Sanidad y Consumo a endurecer la normativa vigente. La actual ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, recogió el guante y ya prepara una nueva ley.
Rechazo mayoritario al tabaco
La Comisión Europea ha adoptado una propuesta de recomendación en la que insta a los estados miembros a que hagan suyo el artículo 8del convenio marco para el control del tabaco que todos han suscrito y por el que se comprometen a proteger, sin fisuras, a los ciudadanos contra la exposición al humo en lugares públicos cerrados, centros de trabajo y el transporte. La UE quiere construir una Europa sin humos. Y busca hacerlo antes del 2012. Ahora, sólo 10 de los 27 miembros tienen legislación exhaustiva. Se prohibirá fumar en bares, restaurantes y áreas de espacio público. Turquía, país de fumadores donde los haya, lo ha prohibido ya. Enhorabuena, ministra, ha dado usted en la diana. Felicidades y no se arrugue por las presiones que pueda recibir de las empresas tabaqueras y consumidores de tabaco. Todos se lo agradeceremos.
(copiado de la web de la vanguardia)