Pues sí, mala fortuna o lo que fuera. Al final, se ha quedado en un susto y dinero, todos los males vengan por allí.
Me han llamado la atención las declaraciones, quizás las hayan descontextualizado al redactar la noticia:
«Juan Oriyés comentó a EL COMERCIO que "nos llevamos un buen susto, porque el remolque se desenganchó por el viento y la furgoneta continuó el trayecto", pero lo más importante para el maliayo del Grupo Covadonga es que "no nos pasó nada, ya que esta mañana hicimos preparación física en Trasona sin mayores problemas".»
Lo más importante en este caso es que, en la autopista, no fuera nadie justo detrás de la furgoneta.