La última llegada a la playa del camping del Port de la Selva durante el symposium me resultó algo accidentada. Pillé una ola apoyando con la izquierda y el kayak se puso muy vertical, de forma que apoyé con el pie izquierdo a tope y a tomar viento el pedal, se salió de su sitio. Llegué bien a la arena y entonces salió lo que Touryak llama "esquimotaje en seco". Como soy como soy, dejé el pedal dentro sin colocar ni revisar hasta ayer noche, cuando preparando el barco para la salida me dí cuenta de que estaba totalmente roto, se habían partido las guías que lo sujetan al carril. Con un montón de trozos de espuma dura atados me fabriqué un tope que ha dado un resultado excelente hasta que se ha soltado y , en fin, una película.
De todas formas he comprobado durante el tiempo que ha estado en su sitio que es muchísimo mas cómodo que cualquier pedal, porque con la inclinación del mismo pie y una superficie de apoyo para la planta entera se controla mucho mejor, se va mas descansado y los talones ni los notas. De la misma manera, cuando se ha movido y apoyaba sólo con una pequeña parte del pie, la tensión se traslada a los lumbares y se nota.
Como soy un poco basurillas, tengo una tabla de surf de estas pequeñas, cogida de un contenedor de basura el pasado septiembre, de color rosa, de espuma muy dura y unos 6 cms. de grosor, con la que me fabricaré una pieza que se apoye sobre la pared del tambucho delantero, seguramente de unos 12/15 cms. que me va ir de perlas, espero.
Hoy hemos salido Alberto, Vicente y yo desde Cala Reona hacia Cabo Palos con mar de fondo intentando pescar, hemos doblado el Cabo de Palos con amonestación verbal de los vigilantes de la reserva, y luego hemos cruzado al Mar Menor por Marchamalo, llegando al Centro Deportivo a comernos la manzana y la barrita sentados bajo el porche con Joaquín, ha salido el sol y nos hemos quitado las camisetas, quince días sin sol es como para volverse loco.
A la vuelta estaba la mar un poco movida y divertida, yo me lo he pasado genial. He estrenado la nueva pala de cedro a la cual sólo le dí una mano de aceite, y a mitad de recorrido me raspaba en los dedos. He cambiado a la de Samba, ligerísima y con un tacto untoso, comodísima. Vicente ha sacado una oblada grande, usando una rapala muy pequeña con una potera casi mayor que el mismo cebo. En total y con los rodeos habremos hecho unos 20 kms. saliendo a las 09.00 y desembarcando a las 15.00, parando, charlando, etc.
Y ahora me voy al sillón, voy a aprovechar la visita de mis cuñadas, que por una vez y sin que sirva de precedentes, me viene de perlas, a ver si se animan a bañar y dar la cena a las nenas, que tengo la espalda hecha polvo.