Qaniq: “copo de nieve”
El Qaniq es la versión diseñada por Bjorn Thomasson del conocido kayak de Illorsuit, del cual derivaron modelos como el Anas Acuta de Valley, por un lado, y el Nordkapp o el Skua por otro.
Está fabricado por la casa noruega Sea Bird, y el modelo que presento es una versión “Semi carbon”. El cockpit está construido en carbono -kevlar, en contramolde, lo que da un acabado magnífico al interior, y el resto en fibra de vidrio “Nido de abeja”. El resultado me parece realmente bueno. El kayak tiene un aspecto robusto, sólido. Para nada da aspecto de frágil. A ésto contribuyen también sus medidas, 5,48 x 52, con formas redondeadas y estilizadas.
No es precisamente ligero. De catálogo 21 kg. no lo he pesado, pero pesa como un sedna a huevo.
El casco es el de un tradicional con los pantoques suavizados. Me recuerda mucho al de mi Black Pearl, por algo comparten el mismo padre...
Estabilidad: No es un kayak para principiantes. Es un tanto nerviosillo, no inestable, pero su bañera pequeña, su habitáculo ajustado, etc, puede dar un poco de cosilla si no se tiene algo de experiencia.
La estabilidad secundaria es fabulosa, y la maniobrabilidad también.
Surfea muy bien, con su popa contenida coge muy bien las olas, además, la bañera está algo atrasada, lo que ayuda a pillar la ola.
El esquimo se hace con mucha suavidad. Me parece ideal para maniobras y técnicas de esquimotaje.
El volumen bajo hace que el viento no le afecte mucho, además, su orza de serie, que funciona de maravilla, contribuye a evitar el abatimiento.
El asiento es correcto, pequeño, cómodo, pero un poco alto para mi gusto.
Los reposapies correctos.
Las tapas de los tambuchos... pues como siempre, las redondas totalmente estancas, y la ovalada, que es enorme, pues con un chupito de agua después de una jornada de esquimos y surf.
Tiene demasiados tornillos para mi gusto.
No es demasiado rápido, ni demasiado lento...bueno, más bien rápido, es un kayak, en definitiva, para jugar, surfear, hacer maniobras, navegar con mares movidos, y hacer travesías de varios días, ya que su estiba es suficiente.
Y es muy bonito. Es como un qajaq moderno, como un Anas Acuta en estilizado y bonito, sin esa forma tan exagerada de plátano.
Me lo ha traído Riumar tras 5 meses de espera.
