El sábado anterior hemos pasado por el islote Areoso.
De conocerlo como un auténtico paraíso, a como lo encontramos, va un mundo. Los paraísos mueren de éxito, y especialmente porque siempre hay alguien que hace negocio con ellos, con el beneplácito de las administraciones públicas que dicen protegerlos.
Había una empresa de lanchas, con rotulación "Alvamar" que no cesaba de traer gente a quienes descargaba en la playa como borregos, y a por otro cargamento. Éstos con sombrillas, bolsas de botellón etc. Y el colmo fue cuando llegó otra empresita nada menos que con doce motos de agua, todos apiñados desembarcando en el mismo sitio.
Y todo esto a pesar de que andaba por ahí una lancha manejada por un uniformado en el que se leía "Guarda Rural". vigilante que alguna administración ha puesto, a raíz de que el año pasado un idiota se paseó por la playa de Areoso en quad (por lo visto eran quads anfibios). Ocurre como siempre, que con "permisos", se puede acabar con la tranquilidad de un bonito lugar.
En definitiva, que no os digo dónde encontrar un pequeño paraíso para bañaros, porque se lo que pasará.