Hola a todos,
Jilar así mismo empezó mi padre en sus tiempos a ganarse la vida. Tiempos de posguerra en los que no había de nada, compraba toda clase de utensilios diversos viejos, y después de una escrupulosa restauración que los dejaba como nuevos le sacaba sus buenas perras. Recuerdo verle rebajar a lima una vieja plancha de esas que se calentaban al carbón y sin herramientas como las de hoy día, es decir planeandola con la lima dejarla de trinca.
Los viejos hornillos de petróleo Primus, los quinqués también de petróleo, esos de mecha, les estañaba de nuevo los depósitos que perdían, los lustraba y quedaban nuevos. Recuerdo unos baños de ácido que tenía y metía allí los cacharros que lo requerían. Se hacía el mismo las fórmulas químicas que precisaba para pintar a partir de materias primas compradas en " droguerías" de las antiguas. En fin, tiempos duros, que yo recuerdo desde la visión de un niño y que gracias a esas prácticas dieron de comer a una familia compuesta por unos jóvenes padres y a unos abuelos, que por razones de reprensión del "régimen" no tenían ningún medio de subsistencia.
A mí, pese a la notable distancia en la habilidad que me separa con mi padre, me ha quedado la afición a estos menesteres y la admiración por los que la ejercen y además con tan buenos resultados como el de Chacatac.
Salut !!