Crispin, si no lo entendiste es porque está muy mal explicado.
La cosa no puede ser más simple. Sujeto la tabla y el listón al banco (o mesa de trabajo) de forma que entre ambos queda una ranura en la que encajo la pala de canto tal como se ve en la foto 2. Como esa ranura converge hacia la izquierda cuanto más empujo la pala hacia la izquierda (lo que haré al cepillar) más se encaja la hoja de la pala en la ranura. Esta sujección es suficiente para poder trabajar el canto de la pala. Se entiende que la pala descansa de canto sobre el banco y son el listón y la tabla quienes la mantienen derecha e inmóvil. Para retirarla simplemente empujo la pala hacia la derecha bien con la mano o dándole in golpecito en la punta izquierda si está muy encajada. En este caso la pértiga queda en el aire y conviene calzarla con algún taco de madera para que no flexe al cepillar.
Cuando quiero trabajar el plano de la pala simplemente la apoyo en la tabla, foto 3. Como la cara superior de la tabla está en rampa, al apoyar una hoja en esa tabla la otra hoja y la pértiga (no en su totalidad) descansarán sobre el banco. Al cepillar (yo cepillo hacia la izquierda) es inevitable empujar la pieza en esa misma dirección, pero el pequeño tope que he pegado en la tabla impide que la pala se vaya hacia adelante. No hice ningún cálculo ni cosas raras para darle la forma de cuña a la tabla, al fin y al cabo la pala va a ir variando de forma a medida que la hacemos y hacer algo que nos proporcione un apoyo perfecto durante todo el proceso es complicado. Lo que quiero decir es que el artilugio lo hice sobre la marcha, sin pensarlo mucho y funciona. Ahora no me da pereza comprobar una medida o repasar una marca o levantar la pala para comprobar con buena luz lo cerca que estoy de la línea. Ah! y el invento lo estrené ayer con lo que quiero decir que cualquier aportación será muy bien recibida.