Hola, tras tomarnos los refrescos en Calarreona, partimos en dirección a la Playa de Los Dentones.
Tardamos muy poco en llegar a ella, ya que se encuentra a apenas 1,5 kilómetros de Calarreona y se me hizo muy corto.
Una vez allí cada uno se buscó su sitio para acampar, la peña se puso ropa seca y todos nos preparamos para pasar una noche inolvidable.
Yo tenía mucha gana de palear y estuve haciendo ( o mejor dicho intentando hacer ) unas cuantas surfeadas, en una secuencia de olas orilleras que rompían débilmente y que a pesar de su poca altitud, algunas de ellas consiguieron revolcarme en más de una ocasión.
Había llegado la hora de montar la T2 y no me quedó otra que pedir ayuda, porque el pasado año se me cayó encima y no quería que me volviese a pasar.
Amadeo se prestó a ayudarme y me dejó la tienda montada que ni las fotos que salen, se quedó perfecta ( gracias de veras Amadeo, eres la leche ).
Cuando me cambié y me puse seco, los participantes estaban sentados en un corro como verdaderos piratas.
Pronto se hizo la hora de cenar y nos reunimos en el rincón que año tras año está habilitado para ello.
Cada uno se sacó lo que se trajo. Yo llevaba cena fría, tipo pan integral, jamón york, sardinas de lata, etc … Pero los más avispados, llevaban infiernillos para calentar comida, sartenes con las que hicieron un montón de huevos fritos y todo tipo de tapas que hicieron las delicias de todos.
Cuando terminó la cena y semi-aescondidas, Sergio nos preparó su tradicional y fantástico mojito alqueriense, cuya ancestral receta pasa de bisabuelos a abuelos, de abuelos a padres, de padres a hijos y que tiene a buen recaudo.
Todos disfrutamos de una bebida maravillosa, refrescante y con un sabor inconfundible a hiervas aromáticas.
Sobre las 00:00h yo ya estaba para meterme en la tienda y así lo hice, me despedí de la peña deseándoles un buen descanso y me fui a dormir.
En cuanto cerré los ojos me quedé durmiendo como los críos pequeños, hasta eso de las 7:30h, que comencé a escuchas voces y las primeras risas.
Me asomé y comprobé que a pesar del madrugón, ya había muchos palistas despiertos y la mitad incluso ya estaban desayunando.
Tras unas cuantas preguntas, comprobé que la noche había sido movidita por el azote del viento en las tiendas, algo que a mí no me pasó, gracias a la efectividad de Amadeo al montarme la T2, que por su forma el viento no le pega de lleno como en otras.
Poco a poco y sin prisas, fuimos embarcando para completar la segunda parte de la Ruta y paleamos costeando por las playas del Parque Natural de Calblanque.
Paramos en una playa virgen, sus aguas son muy transparentes, también estaba al refugio del oleaje y ello permitió un desembarco sin incidentes para todos.
Allí tomamos un almuerzo y yo me reí un montón con las bromas del Sergio y el Rufete y el Bestia, es que son la leche jodía cuando se juntan, jaaaaaaaa, jaaaaaaaaaaaaaa.
Tras un buen rato, partimos navegando rumbo a Portman con la ola ayudándonos con pequeñas surfeadas, que hicieron que el camino de nuevo se me quedase corto.
Un poco antes de llegar, avisté un precioso Skua de bonitos colores, en él iba paleando ni más ni menos que Emi7, je, je, total ná.
Me alegré mucho de saludarlo y de compartir paladas con él, también apareció Pepín Sparrow y nos acompañaron hasta Portman, en donde todos juntos desembarcamos sin problemas gracias a la protección de la costa.
Ayudándonos unos a otros colocamos todos los kayak en los remolques que la organización había dispuesto para ello ( chapó por la efectividad de la organización en todos los sentidos ) y nos fuimos en las furgonetas hacia San Javier.
Una vez allí, descargamos los kayaks y cada uno se lo colocó en su coche. Luego nos fuimos todos juntos al Polideportivo de San Javier a degustar el sabroso arroz que allí teníamos preparado.
Risas y bromas no faltaron en la comida, tampoco tapas y cerveza fresquita.
Y llegó la hora de las despedidas, todos nos estrechamos las manos y nos fuimos cada uno a su casa. Unos las tenían más cercanas y otros más lejanas, espero que lo que tenían un viaje largo delante les hubiese ido todo bien.
Me alegré de conoceros a todos y de volver a estar con los de siempre, para mí ha sido una Ruta Fenicia muy bonita en todos los sentidos y lo he pasado genial.
Gracias a todos y un saludo.