Pero qué estilazo oigan. Y qué elegancia, si parezco un delfín.
Me lo pasé pirata (gracias jílar, toda la culpa es tuya). Al principio iba con reservas pero en cinco minutos ya empieza uno a ver las posibilidades infinitas del invento. Me llamó la atención el que sea una actividad tan silenciosa... me gustan las cosas silenciosas.
Esto promete horas de diversión sin fin. He probado la ría, ahora ya tengo ganas de coger técnica y hacerme a la mar.
Gracias a todos por la acogida tan buena que me habéis brindado... mooola.