He flipado con el aparato, es genial, y con el entusiasmo que demuestra.
Ver ésto anima, y aunque estos últimos años he dejado de intentar los esquimos que exigen demasiados retorcimientos, quedándome sólo en practicar dos y medio, igual cualquier día salgo a probar a ver si me aficiono.
Enhorabuena por el trabajo. Seguro que se podría patentar y venderse a un montón de clubs de kayak que hay por el mundo, pues parece algo fácil de desmontar.