Otro otoño, y de nuevo en la Cuerda del Pozo. Por más que me parezca tonto cargar el kayak en la orilla del mar poniendo rumbo tierra adentro, siempre me traigo fuertes impresiones de esos paisajes, de su amplio cielo, de pinares y robledales, de esa torre tótem de iglesia inundada a la que cada año le toca a uno subirse, y de buena gente compartiendo vinos y comidas...
Hemos echado de menos a muchos habituales -¡os lo habéis perdido!- y a Javier DLP por supuesto (aunque sí llegó su jamón)
En lo que al camping respecta, si vuelvo será a lo barato, 100 euros la noche por cabaña para 4 ya les vale. Por 50 euros por pareja encuentro en cualquier sitio un buen cuatro estrellas, con la cama hecha, toalla, enorme ducha etc. Creo que la avaricia romperá el saco, porque para dormir en la furgo, ni camping ni ná.
Estoy esperando al viernes para que Vimeo me deje meter el montaje de mis fotos (500 MG a la semana).
Pero pongo un anticipo. Me quedo sobre lo demás con la superficie de cristal cómo quedó el pantano la tarde del sábado.
DSCN8861 by
Epicuro14, en Flickr
DSCN8857 by
Epicuro14, en Flickr
Al que me repita que el kayak va muy hundido y tiene la línea de flotación muy baja le parto la crisma
DSCN8853 by
Epicuro14, en Flickr
DSCN8845 by
Epicuro14, en Flickr
DSCN8842 by
Epicuro14, en Flickr
DSCN8828 by
Epicuro14, en Flickr