No es ya un tema de cumplir o no una normativa, seguramente excesiva y poco eficaz además (se matan moscas a cañonazos precisamente cuando las moscas no son especie cinegética), el tema está en que determinados personajes, muy bien sobreretribuidos gracias precisamente a nuestros impuestos y entronizados detrás de su mesa de despacho de chupatintas, te tumba todo el chiringuito sin inmutarse. Son lapas tóxicas, y parece que claman porque sean empresas privadas, con un staff técnico de su misma especie y adaptados a la supervivencia en la frondosa jungla administrativa, quien substituya al asociacionismo de base en la organización de este tipo de actividades . Olvidan que precisamente el entusiasta voluntariado y el desinterés que caracteriza a este último es lo que genera una serie de sinergias que permiten que, con cuatro duros, se lleven a cabo estos eventos. Pero claro, que la gestión de recursos sea lo más eficiente posible nunca será una preocupación para quien se asienta en el imperio del despilfarro de los dineros públicos. En ese sentido, desde el CP Altruán le comunicamos hace meses ya, por escrito además, al responsable concreto de esta situación que, si tan mal organizadores somos, que se haga cargo él de las ediciones de 2018 y siguientes, ya que sabe tanto de organizar quedadas. Me temo que no nos han recogido el guante. (siento la chapa, cogí velocidad y... en realidad abría esto para deciros que lógicamente tenéis las instalaciones del CPA a vuestra disposición; y si se viene duchado, incluso la anatomía de alguno de sus socios, como ya es público y notorio...)