Saylor-Ismael, ánimo y paciencia para la recuperación. Al final todo pasa. Tuve una luxación de hombro en un rescate y me dijeron que me olvidara del piragüismo, por el movimiento del paleo. Entonces tenía una piragua y … ahora tengo dos.
Bueno, menudo hilo este. Mirad un poco para el sur, porque por aquí también tenemos historias.
La que os voy a contar me pasó hace unos años, en el Cabo de Gata. El mar estaba un poco revuelto y un compañero novato y ¡con más miedo que vergüenza! había tenido un vuelco. Le ayudé a subir sujetando su piragua en paralelo a la mía, aguantando el vaivén de las olas y cuando había terminado de colocarse el cubre, una ola me cogió desprevenido y me volcó contra su piragua, pillándome el brazo derecho entre las dos piraguas.
Volcado, salí de la piragua y no podía mover el brazo y al tratar de pedir ayuda, vi que estaba solo: mi compañero había salido pitando y ¡ni siquiera se había dado cuenta de que había volcado!.
Pues ahora imaginaos: mar revuelto, retirado de la orilla, solo, sin medios para pedir ayuda, volcado y con una luxación de hombro. Mi suerte fue que en uno de los movimiento para incorporarme sobre la piragua volcada el hombro se encajó y recuperé movilidad.
La siguiente etapa fue voltear y subir a la piragua. Lo que siempre parecía fácil, fue todo un episodio. Con el mar agitado, no había forma de mantenerla estable para hacer las elegantes subidas que vemos en los manuales. Con el brazo tocado y después de varios intentos, la única forma que encontré fue la de montar “a caballo”, por la popa deslizándome hasta la bañera. Pero claro, las piraguas están "chulísimas" cubiertas de accesorios y equipamiento y no os podéis imaginar cómo todos estos “colgajos” dificultan la subida, porque no sirven mas que para que el chaleco se quede enganchado en todos y cada uno de esos artilugios, por si no tuvieras bastante con el resto de preocupaciones.
Al final, metido en la bañera, una rato de achique, y a palear. Después vinieron los meses en el dique seco y la rehabilitación. En mi caso creo que el palear suavemente después de la luxación no me vino del todo mal.
Una última cosa: el Garmin Etrex Legend no aguanta el remojón que dice su manual de instrucciones. El mío, quedó inservible después del vuelco y aunque lo repararon, no ha vuelto a levantar cabeza.
Saludos y nos vemos cualquier día en cualquier sitio.