Hola a tod@s:
Hace muchos años, pero muchos muchos, yo iba a pescar calamares de madrugada en la Ría de Betanzos.
Los que sean de la zona habrán oído hablar de A Laxiña, una piedra lisa que está en el fondo de la ría, casi a medio camino entre Miño y Sada donde abundaban (supongo que alguno quedará) los calamares.
El barco se fondeaba una vez localizada la marca de la piedra y cada pescador se armaba de 2 líneas, soltando una por babor y otra por estribor. Cuando las poteras lastradas tocaban fondo, se subía un poco y comenzaba el movimiento de tirar hacia arriba de la de babor y a continuación de la de estribor, babor estribor, babor estribor, y claro, cuando ya llevabas un tiempo haciendo ese movimiento repetitivo, al menos en mi caso cuando sentía el peso del calamar, seguía con la inercia de tirar del otro lado, con lo que el calamar se escapaba y creo que tengo el record mundial de calamares perdidos...
Nunca olvidaré un día en el que además de las conversaciones de los pescadores cuyos botes estaban próximos, en medio de la noche oí un ruido que me llamó la atención. Era como un chisporroteo, un ruido que no tenía ninguna razón de ser en medio de la ría y lejos de la costa. A continuación risas y un poco más tarde... ¡UN OLOR A CALAMARES FRITOS DE UNOS CABR****TES QUE SE LOS FREÍAN EN CUANTO LOS PESCABAN!!. Qué hambre y qué envidia y qué buenos momentos no-pescando de noche calamares...
Saludos,
Rafa