Estoy de acuerdo con Melilla en que la moda o la costumbre del grupo con el que remamos nos influye mucho en la toma de decisiones respecto a nuestro barco, accesorios, ropa, pala, etc...
El club en el que yo me inicié es el Thader Kayak de Cieza, y hace 25 años, las instalaciones del mismo eran una caseta en la huerta, cedida por el padre de uno de los socios "el Chaume". Esta caseta era un antiguo corral, donde dejábamos nuestra ropa encima de los rollos de fibra, y los kayaks se almacenaban bajo una higuera...el kayak que me asignaron era de color naranja, con una larga grieta en la cubierta desde el asiento hasta casi la popa, sin asiento o "cómodo", y por supuesto sin timón. El río llevaba entonces tanta agua y corriente que debía llevarlo a cuestas un largo trecho, pedir a algún experto que me lo cruzara hasta un remanso al otro lado de "La Presa", y allí practicar como Diós me diera a entender. Sin timón durante muchos años y muchos barcos. Hace relativamente pocos años, el grupo de mar al que me uní usaba el timón en todos sus barcos, y también es cierto que el mar y sus vientos y corrientes laterales no se parecen en nada a la de los ríos, y una vez que lo probé en estas condiciones decidí no renunciar a él. El único inconveniente a mi entender es el enredo de los sedales cuando pescas, y en el río el cableado sobre cubierta tiene tendencia a engancharse en las cañas de la orilla, y eso puede ser peligroso. Estoy convencido que esa experiencia sin timón me ha ayudado mucho en el control del kayak, y ahora aconsejo a todos los nuevos amigos con los que remo que no instalen el timón hasta dentro de al menos un año de paleo, con la confianza de que esto les ayudará tanto como a mí. Otro caso es el de la pala: todos mis compañeros usaban la cuchara, y tras probar muchas, una Pariente Polledo se ajustó muy bien a mi paleo, y durante un año la usé sin interrupción, hasta que cierto día y con mala mar y kayak prestado decidí llevarme la tradicional, para apoyar mejor, y descubrí que durante todo un año había estado esforzándome inútilmente, apoyando con un esfuerzo innecesario y sin usar este tipo de pala apropiadamente.
He de decir que admiro a aquellos que no llevan timón y reman con malas condiciones, su esfuerzo y técnica son sin duda superiores a los que usamos timón, pero en mi caso particular, salgo mas contento y con ganas de repetir cuando no me esfuerzo ni padezco tanto.