Hola, Mikelanllelo y familia kayakera,
No conocía el Grizzly. Desde el desconocimiento de un novato, aparentemente es muy parecido al Kodiak (el que uso habitualmente), aunque parece tener un poco menos alzada la proa (ya bajita en el Kodiak), proa y popa algo más rectas, con más línea de agua y cantos un poco más vivos, podría ser algo más rápido y quizá algo menos maniobrable...
Bueno, pues me gustaría compartir mi humilde experiencia con el Kodiak (gracias infinitas, Javi).
Peso más o menos lo mismo que tú, Mikelanllelo y mido un poco menos. En el Kodiak voy súper cómodo, para mí una pasada, es de los pocos kayaks (junto al Big Boy) en los que no he sentido dolor al ir un rato sentado. Pero ante mi pobre técnica, me cuesta muchísimo cantearlo, casi no puedo. Durante muchas salidas he prescindido del timón (ni instalado), intentando aprender y corregir el rumbo por medios técnicos. En algunas salidas, tenía que estar casi paleando sólo de un lado, casi imposible de gobernar, siempre yéndose en dirección al viento o algún punto en concreto. Hasta que llegó el punto de inflexión. En una ruta de la Desorganizada de Cabo de Gata, en la vuelta el viento fue a más y me resultó imposible mantener el rumbo, ni paleando sólo por un lado, ni intentando cantear, ni nada, se me ponía siempre mirando al viento, hacia dentro del mar. Me tuvieron que remolcar (muchas gracias, Paco). Le instalamos el timón al día siguiente y todo solucionado. Creo que es un barco con mucha obra muerta (fuera del agua) y vientos y mareas, aunque sean muy débiles, le afectan muchísimo, por lo que el timón se convierte en imprescindible si lo que quieres es tenerlo para un máximo disfrute con una técnica pequeña, para hacer kilómetros sin excesivo temor al viento. Yo no lo pensaría para ese kayak, no te vas a arrepentir, creo que tienes preinstalación hecha, además, siempre lo puedes levantar (incluso quitar) si no quieres usarlo.
Abrazos.