Sólo he podido montarme una vez, con tan mala fortuna de que mi compañero, Aingeru, no se encontraba bien y para más INRI se me movió el reposapies, por lo que el ratito que estuve montado, lo hice de manera muy discontinua y sin poder hacer fuerza de piernas.
La primera sensación que tuve, comparando con la V10S, es que vas mucho más bajo pero mucho más sujeto y rodeado por el cockpit. Las caderas se encajan en el hueco del asiento, dándote sensación de mucha sujección. El ataque se me hacía un poco extraño ya que el V10S, al ser más alto, te permite un ataque desde más altura.
Sin embargo, Aingeru se siente super cómodo. Dice que puede apoyarse también con la espalda y, el pasado día 23 participó por primera vez con el Revo 3 en la regata de Lekeitio y, a pesar de caerse cerca del final, consiguió remontar y acabar la regata dentro de control.
Y poco más. Ya os digo que no fue el mejor día para la prueba. Espero volver a probarlo.