Recientemente cayó en mis manos una unidad de testeo del kayak Sikuk y esto es lo que puedo contar sobre el nuevo juguete de FunRun.
Os cueto lo que a simple vista podemos apreciar en este kayak.
Sus medidas son de 5,10cm de eslora por 0,55 de manga con una brazola de 0,78cm de largo por 0,39cm de ancho interiores y una altura exterior delante de 0,30cm y detrás de 0,24cm.
Viene equipado con cuatro compartimentos estancos y cuatro tapas de su misma factoría: las típicas tapas oval en el compartimento trasero, redonda de menor diámetro en el compartimento tras la bañera, una redonda mas grande en el delantero y la novedad, una mini un pequeño compartimento, situado muy a mano en la cubierta de carga delantera.
También equipa delante y detrás línea de vida, gomas elásticas para estibar la carga y gomas sujeta palas de repuesto. Justo delante de la tapa delantera se le ha practicado un receso al casco para poder encastrar un compás tipo Silva 70. Además también viene preparado para albergar el posible mando de la orza en el lado derecho de la bañera que es de instalación opcional.
Al Sikuk se le a provisto de un casco con volumen bien centrado y una ligera V en toda su línea. De cantos suaves y bordes que empiezan a disminuir desde la misma línea de unión con la cubierta.
Su proa es estilo “British”, con un marcado rocker y una suave curvatura en su comienzo, para seguir con una lineal y tendida alzada. En el diseño de la proa, se ha incluido un biselado superior en sus amuras, para desalojar el agua lateralmente en las zambullidas.
Su popa es de perfil bajo con una quilla muy marcada y escaso rocker. Su alzada es bastante vertical, terminando en una nariz apta para la instalación de un posible timón.
La bañera tiene suaves formas para apoyar los muslos y de esta cuelga formando una sola pieza el asiento. Éste equipa un respaldo de foam sobre base de plástico semirrígida, ajustable en distancia mediante correa y hebillas. El reposapiés es de pedales sobre raíles fijos y atornillados al casco.
Es patente la preocupación del fabricante por incorporar mejoras en la seguridad, como el tabique trasero bien pegado al borde de la bañera, lo cual permite drenar completamente esta en una situación de rescate. También la línea de vida de mayor diámetro. Por primera vez en esta unidad y opcional en su producción, se ha prolongado hasta las mismas puntas, haciéndola atravesar el casco al igual que las asas, de esta forma son aprueba de bombas ante un remolcaje duro.
El anillo de cuerda de las asas, se ha recogido formando un solo cabo, con unas vueltas de cordino, impidiendo introducir los dedos entre las cuerdas y así evitar el aprisionado de dedos, si el kayak se revuelca y estamos sujetos a él.
En cuanto a su construcción hay que decir, que aunque es la primera unidad del molde y está fabricado con prisas, únicamente para su prueba, es sólido y sin aparentes fallos.
A continuación intentare describir las sensaciones que me transmitió al palear con él. Aunque la prueba de un kayak sea un tema muy personal, espero ser lo más objetivo posible y pueda servir de orientación.
Para que se pueda comparar, mis datos corporales son:1,70m de alto y 70kg, nº 42 de pie, una talla M vamos…
Lo primero antes de embarcar fue adaptar el kayak a mis dimensiones.
No tuve que meterle demasiado calce lateral de cadera, pues la anchura del asiento no es nada exagerada. Un palista corpulento no necesitaría relleno para ir bien encajado.
El sistema de regulación del reposapiés no me pareció demasiado cómodo, resultando un poco complicado el mantener quitado el pestillo que ancla el pedal a la vez que deslizaba este por el carril, con una sola mano. Aún así, el sistema cumple perfectamente su función y una vez regulado proporciona una firme sujeción para el gobierno del kayak.
Al fin calzado y metido dentro del kayak, el asiento resulta ergonómicamente perfecto y mis posaderas no se quejaron en ningún momento del recorrido.
La riñonera es de un tamaño correcto y cómoda, quedándome a una altura idónea para sujetar bien las lumbares sin impedir los movimientos del torso. El único pero que le puedo poner, es la funda de tela que cubre el acolchado de foam, pues con el uso acaba intentando salirse. Esto a la larga puede suponer su desgaste prematuro.
La abertura de la bañera no es de grandes medidas pero no presenta ninguna dificultad para meter o sacar las piernas una vez sentado dentro. Sus formas proporcionan un perfecto y cómodo agarre para las piernas.
La altura comedida de la brazola no interfiere en las maniobras laterales del cuerpo y el pequeño tambucho que cuelga de la cubierta delantera no estorba para nada en los movimientos dentro de la bañera.
El hueco para el mando de la orza se me antoja un poco retrasado para accionarlo pero en compensación no estorba para nada.
Una vez comprobada la ergonomía, era hora de echarse al agua.
Remando por primera vez en aguas tranquilas con el, se comprueba que tiene una muy correcta estabilidad primaria y transmite buenas sensaciones a los bamboleos y canteos.
Posteriormente pruebas con palistas sin ninguna experiencia, demostraron que no se tiene ninguna sensación de inestabilidad o de vuelco al sentarse en este kayak. Para encontrar el punto en el que el kayak se apoya y estabiliza en canteos laterales hay casi hundir el borde de la bañera, confiriéndole una buena estabilidad secundaria. A partir de aquí no hay retorno.
Una vez en marcha se le siente deslizar muy bien y abrir la lámina del agua perfectamente. Con mar rizada el agua que salta sobre cubierta apenas supera la tapa delantera.
En cuanto a velocidad, yendo acompañado de otros kayaks con 25 cm más de eslora se tiene la sensación de igualdad de deslizamiento y es que este kayak al tener poco volumen y navegar bien metido en el agua, posee una línea de flotación de similar dimensión a la de ellos. El kayak mantiene muy bien el rumbo, dada su aquillada y recta popa, aunque en detrimento de una mayor maniobrabilidad. Para hacer giros cerrados y rápidos hay que cantearlo bastante, sin un resultado muy rápido.
La posición ergonómica paleando es cómoda y se transmite bien la fuerza al barco. Su bajo perfil de cubierta hace ir bien encajadas y un tanto estiradas las piernas, quizás más de lo que me gustaría, pero eso es tema personal mío.
La única pega en ergonomía la tuve con los pies, pues justo me coincidía una de las tuercas de cubierta con la posición de regulación óptima para mí y los dedos del pie me rozaban de vez en cuando con el bulto sobresaliente.
La cubierta baja se agradece al palear así como la anchura de su casco que no interfiere en el paleo, ya que se estrecha casi desde el centro de la bañera, permitiendo iniciar la acción muy cerca del casco.
Después de probarlo en aguas tranquilas llegó la hora de sacarlo a mar abierto.
Las condiciones se asemejaban a las que cualquier palista medio puede afrontar en una jornada normal de paleo: un poco de mar de fondo, superficie rizada y pequeñas olas rompientes de viento fuerza 3-4 Boufort.
Con las olas y el viento de frente, el kayak supera bien las crestas, pinchando lo justo y sin despegarse demasiado de la superficie, transmitiendo buena sensación de estabilidad y aplomo, siendo muy suave en las recepciones contra el agua cuando salta. El labio superior de sus amuras de proa trabajan bien y expulsan lateralmente el agua en las zambullidas, impidiendo que el agua barra en demasía la cubierta.
Navegando totalmente perpendicular al viento y olas, el kayak se desliza recto como una flecha y no cuesta mantener el rumbo.
Gracias a su recta popa y bajo perfil de cubierta, el viento ni lo aproa ni lo abate, no echando en falta ni orza ni timón. Al envestir las olas laterales, igualmente se siente estable, adaptándose perfectamente a las paredes de las olas más elevadas.
A favor del viento y mar, el kayak acelera muy bien y enseguida te enganchas a una ola.
Una vez surfeando es rápido y direccional, cortando muy bien el agua. En algún momento hunde un poco el morro, pero emerge sin sobresaltos y sin tener sensación de inestabilidad. Parece que el volumen de proa es suficiente, sin sobrar demasiado.
Llegó la hora de probarlo en aguas revueltas, desconcertadas y con rebote de ola. Nuevamente el Sikuk dio la sensación de mucho aplomo, de no despegarse en demasía del agua y mantener la trayectoria. Eso sí, se sentía tan clavado entre las olas, que para cambiar de rumbo fácilmente, había que hacerlo en las crestas. Los canteos y paladas circulares no eran suficientes para una rápida corrección de rumbo teniendo que recurrir a timoneos de pala. Pero en cuanto despega la popa del agua, gira como una peonza.
Estábamos en aguas agitadas. Era hora de probar la estanqueidad de sus tapas y la facilidad de eskimotaje, ante los cuales el kayak no me resultó ni favorable ni torpe a la maniobra. Tras unos cuantos eskimos, mas todo el trayecto de la prueba pasando agua por encima las tapas, éstas se comportaron muy bien, encontrando únicamente un par de gotas perdidas en el tambucho trasero. Donde entró un poco de agua fue en el pequeño tambucho de la bañera. Pero más que en la tapa, el fallo se podría encontrar en el sellado del anillo de esta, comprensible teniendo en cuenta que se trata de un prototipo hecho con prisas para su prueba.
Resumiendo: Me ha parecido un buen kayak y equilibrado en prestaciones, muy recomendable para palistas de talla media o pequeña, en especial féminas. Para tallas grandes si le añadimos equipaje, podría clavarse demasiado en las olas con mala mar.
Un kayak muy direccional, y neutro a las condiciones de viento, al que no se le echa en falta orza o timón.
Tiene una proa eficiente, que trabaja bien en situaciones movidas. No es el barco más recomendable si te gusta ratonear entre rocas y maniobrar rápidamente, pues es mas bien direccional, pero es súper cómodo de conducir en aguas abiertas.
Creo que cualquiera que empiece de cero a palear con él, podrá dominarlo en muy poco tiempo.
Por cierto... la anécdota curiosa del día fue la siguiente…
Al cabo de un rato de probar hacer eskimos con el Sikuk, nos topamos con una lancha de la Guardia Civil, que nos pregunta si estamos bien o necesitamos ayuda, pues habían recibido una llamada de alguien, que avistaba dos kayakistas pasando apuros, en una zona movida y cayéndose cada dos por tres…
Probablemente si yo no entendiera nada de kayak también hubiera llamado al verme panza arriba unas cuantas veces.
Después de explicarles la situación nos despedimos entre risas mutuas dándoles las gracias por salir aunque fuera innecesario.
Os pongo el video de la prueba, fotos creo que ya hay suficientes:
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