Cosas buenas:
- la ciudad medieval amurallada de Aigues Mortes, encantadora y con buenos servicios.
- las nubes de flamencos que, al volar, tiñen de púrpura el cielo (espero que en mayo todavía estén).
- el ambiente.
- puedes llevar a cualquiera a palear por los canales, no hay olas ni apenas corriente.
Cosas malas:
- el viento: si lo hay, nada que hacer. A la taberna.
- el agua: prestar atención, alberga protozoos parásitos (prohibido bañarse y/o esquimotear).
- no hay una montaña para descansar la vista, si no es a una hora de camino.
Pero yo repetiría, seguro.