El aceite que tengas debería indicar cómo se aplica. Y si no lo hace en el mismo envase consulta al fabricante.
Pero, como dice Rafa, no hay que complicarse, se trata de que la madera chupe cierta cantidad de aceite, así una pequeña capa de madera queda impregnada en él.
Lo típico de darle dos manos es, por un lado, para asegurarse de que todos los poros han chupado una mínima cantidad de aceite y, por otro lado, para no malgastar aceite. Quiero decir, que con dos, o tres capas bastará. Porque impregnar la pala en aceite también se podría hacer dejándola a remojo, esto es, como si hicieses un marinado, sumergir la pala en aceite y dejarla unas horas.
De este último modo penetraría más profundamente ese aceite, pero eso no hace falta para proteger la pala. Llega con una simple película que se consigue con dos manos. Lo de tres manos más que nada es porque la pala la sumergiremos, esto es, no es como un simple mueble incluso en el exterior que le llueve.
El aceite no endurece, simplemente se seca. Por eso es innecesario dar más de tres manos. Lo estarías malgastando, la cuarta mano no penetraría en los poros, sino que formaría una capa sobre el aceite ya dado. Y con el aceite no se busca crear capas exteriores que aislen la madera, como sí se hace con barniz o incluso pintura, sino que se busca impregnar una fina capa exterior de la propia madera. Esto es, que la madera chupa ese aceite.
Piensa que se trata de una crema hidratante que te das en la piel. La crema no se seca como el aceite, pero si lo hiciera y quisieras ponerte varias manos de crema, deberías eliminar esa costra superficial que crearía la crema para así conseguir que las demás manos que des sean sobre la piel y no sobre la costra de la capa anterior.
En el caso de las palas, esa costra de aceite que quedó de la primera vez que aceitaste la pala, si lo quieres repetir, debes eliminarla. De ahí lo de pasar una lija, para volver a abrir los poros de la madera y que chupen el nuevo aceite.