Pues yo os voy a hacer una pequeña confesión: jamás, en toda mi vida, he llevado encima el DNI, salvo en aquellas ocasiones en las que sabía que necesitaba llevarlo. Y aún así, en más de una y de dos ocasiones, se me ha olvidado y han tenido que creerse que soy quien decía ser. Como podéis comprender, si para ir por la calle, a trabajar, al gimnasio o de paseo, no llevo el DNI, menos aún lo iba a hacer para ir en kayak. Cualquier agente de la autoridad entenderá que ni para nadar ni para ir en kayak, que es casi lo mismo, vaya uno a llevarse la documentación, por si te para una patrullera de la Armada Española...
Así que en mi caso -que no se me ha dado- si vienen a la playa a multarme, pueden pasar dos cosas:
a) Que se crean que soy quien digo que soy (y entonces la multa le llegará a Jasper, que dice que las paga todas sin rechistar)
b) Que nos lleven, a mi y a mi kayak, a la Comisaría más cercana para identificarme.
Y hasta ahí puedo leer, so pena de ser considerado subversivo e incitador al delito... Lo cual, no deja de ser un consejo para quien pretenda realizar una actividad como esta, que siendo absolutamente inocua puede no resultar del todo legal en todas las circunstancias.