Bueno, para mi no fue tanto. Pero estaba pescando cerca de la escollera del puerto exterior de Bilbao cuando vi que un pesquero pequeño estaba cerca. El patrón estaba maniobrando, y yo estaba pescando cabras, casi no había viento. De repente, eso de que te das la vuelta y ví que la proa del barco estaba a mi lado, pegué un par de gritos, y me agarré a su proa... tuve suerte y no me empotraron contra los bloques. Al tío en tierra, después le ofrecí un racimo de ofrendas, que desconsieradamente rechazó.
En suma, nunca está libres de estúpidos. Trata de no ser tú uno de ellos y cuando veas uno más grande evítalo, y si es más pequeño, respétalo. Lo que no quiere decir que no tengas razón, no me malinterpretes, pero darle vueltas al asunto no te lleva a sitio alguno. Yo aprendí, y ahora estoy en alerta roja cada momento.