Esto que os cuento no nos pasó con un pescador, que salvo excepciones muy raras respetan nuestras derrotas, sino con un "pescador" de bote. Un bote cabinado de unos 8 metros de eslora. Habíamos estado caceando toda la mañana. Les habíamos visto tomando cervezas en la cubierta mientras se mantenían fondeados. Nosotros (txitxarro y yo), seguíamos dándole a la pala y con nuestras líneas lejos de los botes. Normalmente nos respetan bastante, y sobre todo si estás en complicaciones acuden en tu ayuda. Aquella mañana, como tantas otras, ya volvíamos de "bolos", y al entrar por la bocana de superpuerto (se le llama así al abra exterior, no es que vuele), yo iba por delante, paleando fuerte, cuando de repente oí que un bote salia a toda máquina. Un motor de 120 caballos da mucha potencia. Miré hacia Txitxarro, y de repente le ví que se le llevaban en sarra. Le había pillado la línea al atravesarle por detrás a toda máquina, y veía cómo mi amigo desaparecia en el agua arrastrado por el botero. Me fuí a toda leche a por javi, y en un momento de lucided pensé en que podría llevar las líneas echadas (el botero). Efectivamete. Me paré en el tiempo para ver como sus líneas pasaban por donde hubiera estado mi cuello. Chillé como un energúmeno, saque el silbo de señales y pité para que pararan motores. No pararon, ni bajaron la velocidad. Vi pasar el sedal, y al mirar donde estaba Txitxarro le vi salir del agua. Llegué hasta él, que no se había soltado del leash de pala, dimos la vuelta al kayak, se subió, y vió que se habían llevado la caña. Recuperamos lo que quedaba, recogimos, y volvimos a puerto.
Alguna otra vez también nos ha pasado que un botero pase a toda leche justo por popa, con el riesgo de que te pillen la línea y que te lleven "a hacer kayak ski", pero en cuanto nos oyen. Paran y la mayoría de las veces (casi todas) nos respetan. Solo esa vez nos pudo haber pasado algo grave.
Comentado en la cofradía con algunos conocidos, todos se pusieron de nuestro lado. El problema es que no me dió tiempo a tomar su matrícula. Cervezas y botes potentes... mala conjunción.
La mayoría de la gente es correcta, si no amable. Algunos no respetan nada ni a nadie. Pero los menos. El que te amenace con el plomo, un consejo... graba con el teléfono la situación, y sobre todo su carita bonita y sus "halagos", vale mucho más que cabrearse, si le vas a denunciar, claro.