Llevo enganchado a la pesca desde este verano con un verdel y una dorada, después, varios intentos, pero nada de nada, no pican ni los mosquitos, ni los que vayan a mi lado. Hasta la semana pasada en Gorliz, que derepente me parece que ha picado algo empiezo a recoger (con caña en el kayak) y veo a lo lejos un bicho dando saltos, ¿será el mío? y más saltos pero cada vez más cerca para confirmar que era el mío. Que suerte la mía, recojo, sigo recogiendo, pasea por debajo de mi kayak, disfruto como un enano, pienso en la foto que le voy a sacar y levanto la caña, el pez sale del agua y era una lubina, ¡por fin!, me vuelve la suerte, me pongo el guante para cogerla y que no se escape y pega un coletazo y la única foto que os puedo poner es la de mi cara. Menuda cara se me quedó. Con lo difícil que es conseguir la picada y que se te escape cuando la vas a enganchar con la mano fastidia un poco. ¿Sabeís algún remedio? no para que no se escape, sino para la moral.