La verdad es que lo de los 300 kayaks ha sido un patinazo de los gordos... cuando a ojo no creo que fuéramos más de 100 como mucho. Que yo recuerde, esta ha sido la edición más tranquila de las pocas a las que he asistido, y precisamente por eso a mí me ha parecido la mejor. El diario Sur podría haber destacado otros aspectos muy positivos del evento, que más que una concentración, es una fiesta de la piragua. La única que se sigue celebrando en la Costa del Sol después de 19 años y una buena oportunidad para conocer gente para quedar y curiosear con otras modalidades del piragüismo aparte del KDM, pisteo, aguas bravas, pesca, rodeo y estilo libre, etc. Ver palear a Enrique Cejas es todo un espectáculo. El evento en sí es muy humilde, pero Pedro nos atendió con absoluta dedicación y nos ofreció cerveza a granel y espetos de sardinas hasta que se acabaron, sin colas ni las movidas en la barra con los impacientes en otras ediciones. Un día fantástico en compañía de buenísimos amigos y otros nuevos, también eché de menos a los que no pudieron asistir, ya nos veremos pronto.