Yo he remado mas de veinte años sin timón, en ríos, pantanos y aguas tranquilas. En el mar me inicié con una dagger de polietileno sin timón, y todo fue bien hasta encontrarme con las olas a favor. En mar abierto y con olas grandes tenía que corregir continuamente con la pala, perdiendo velocidad y paladas, y en el Mar Menor, que cuando se pone chungo es de todo menos menor, las olas son cortas, y te doblan la proa noventa grados en un segundo. El timón es en estos casos, si no indispensable, sí altamente recomendable. No es agradable con mala mar ver como te distancias del grupo por la ausencia de un timón, que te permite palear ininterrumpidamente