Hola amigos, sois muy amables conmigo y me dais muchos ánimos.
Ahora, después de quitar el maldito Pad, la cosa se ha vuelto más civilizada y accesible, sin ninguna duda.
El remonte ya es harina de otro costal, ya veremos. Tendré todo el tiempo del mundo para practicar en agua plato, pero ayer en pleno mar y con olas ya de tamaño regular hice una surfeada sorprendentemente estable hasta la playa. Luego, como había olas y resaca tuve que arrastrar el surfski unos doscientos metros por que no tuve ánimos ni para intentar el remonte Esa será la asignatura pendiente a resolver a medida que nos acerquemos al buen tiempo.
Apreciado Miguel Ángel, lo mio es sin duda ahora una cuestión física, si soluciono lo del remonte se acabo el problema, si no lo soluciono habrá que empezar a tomar una decisión, por que de hecho con el Tahe, tanto en invierno como en verano, puedo salir sin problemas. Me lo tomaré con calma y seguro que saldré adelante.
El origen de la cosa está en que añoro el deslizamiento de la pista y pensé que el surfski, en cierto modo, me podría hacer las veces y poco a poco iría probando las olas, que he visto no es en proporción tan complicado, pero..... hay que remontar....
Rafa estoy convencido que alguna diferencia en el diseño del casco debe de haber, pero siempre la manga y la eslora parecen aparentemente lo más importante y tienes razón de que hay más cosas. No obstante, sin el pad desde el principio, no hubiera tenido el menor problema. Que me sirva de lección de humildad. De hecho, ni iba a competir ni tampoco he pensado en meterme en grandes oleajes para complicarme la vida.
Pero, como en todas las cosas, lo importante es sacar conclusiones positivas y la que más valor tiene y le doy es todo ese espíritu de ayuda y animo que destilan vuestros amigables consejos, que tomo muy en cuenta y aprecio enormemente, os lo aseguro. Ha valido la pena comprar el surfski por las buenas vibraciones que estoy recibiendo de todos vosotros.
Estando vosotros expectantes y transmitiendo esas buenas vibraciones seguro que recibiré un impulso anímico adicional que me ayudará a superar las dificultades del reembarque.
Muchas gracias amigos. Si alguna vez pasáis por Barcelona tenéis asegurada la navegada y un fuerte abrazo.
Todas estas reflexiones y apoyos que me transmitís guardarlas para cuando, teniendo mi edad, tengáis la tentación de emprender algo que esté al limite de vuestras posibilidades, seguro que os servirá de mucho.