He de reconocer que a mí no me hizo gracia alguna, sobre todo las consecuencias. Estaba desde atrás gritando para que no entrarais ambos dos. De Javi ya me lo esperaba, sabe salir con olas.
Lo que más me fastidió fue la pérdida, no nos han devuelto nada.
Espero volver a palear contigo y a pescar, esta vez si, sin devolver por poca talla (y a la lubina... se la tengo jurada, por estas!!!).
Un abrazo.