Creo que todos estaremos de acuerdo de la belleza de las líneas de un qajaq tradicional, pero para llegar a ello es fundamental el construir un buen armazón y pienso que también estaréis conmigo si digo que la belleza está en el interior.
No hay nada como el armazón de un qajaq tradicional, que sin remedio se tiene que cubrir con piel o tela para que cumpla su fin.
Pero como admirar ese excepcional trabajo si lo cubrimos.
He realizado varios armazones de qajaq pero a escala muy pequeña, pero para ver realmente y apreciar la técnica de construcción de los Inuit, he realizado este a una escala de 1:2,5.
Para que os hagáis una idea, a tamaño real mediría 5,5 m. de eslora por 51 cm de manga y esta réplica mide 2,2 m. de eslora por 21 cm. de manga.
Una preciosidad para tenerla colgada de la pared y disfrutar de ella.
A mi ya no me caben más qajaqs en mi casa, si algún caprichoso lo quiere para su salón, despacho, tienda o alguien tiene que hacer un buen regalo esta en venta.
Interesados ponerse en contacto por mensaje privado.








