Si bien es cierto que la pesca deportiva con caña nunca será tan dramática para los peces como la profesional con redes y demás, debemos asumir que en cierta medida estamos ayudando a esa merma, pescado que sea capturado, pescado que no tiene oportunidad de reproducirse de nuevo. Esto es matemática pura.
A veces nos escudamos en pensar: bueno, es que yo pesco poco.
Sí, pero como tú puede haber cientos.
A 5 peces por pescador (que ya me parece demasiado, yo me pongo el límite de dos, cuando pican incluso), y digamos 100 pescadores por la zona, eliminamos 500 peces, en un día, por ejemplo, que se dice pronto.
No somos Belzebú, pero sí uno de sus ayudantes.
Debíamos generar nuestros alimentos de forma autosuficiente.
Por ejemplo, problema que he visto, bajo mi punto de vista, en muchos pescadores deportivos, echan cebo, y pica algo, y cogen.
Vuelven a echar cebo, y de nuevo pican, y cogen (se entiende que respetan tallas, claro),... y así hasta que se aburran o se les acabe el tiempo.
O sea, que cuando hay, pues no tienen reparos en llevarse lo más posible. ¿Por qué no fijarse un límite desde el principio?
Claro, como tenemos congelador y la comida de más no se va a perder, ... hala.
En mi caso, como mucho me pongo el límite de una ración alimenticia al día, dependiendo del tamaño pues uno o dos. Tampoco es que pesque tanto, ni en cantidad ni en continuidad, pero reconozco que tal cual se está viendo debiéramos reconsiderar nuestra afición a la pesca.
¿Nos hacemos vegetarianos?
