Buenas tardes Borrasca, soy Cipacu, aquel que preguntaba si el modelo Zoar Sport, de Necky Kayaks era válido para pescar y me remitistes al foro de pesca.
Desde entonces no paro de entrar en el foro en general, leo todo lo que hay, ya sea de pesca, de kayaks, de palas, etc...,la verdad es que se me está envenenando la sangre con el tema.
Ahora si me lo permites te comentaré mi primera toma de contacto con los kayaks y las sensaciones que me dejaron.
Eran las 17´30 horas del día 12 de septiembre, me encuentro en un club náutico de Tarragona, con dos amigos, uno de ellos tiene dos kayaks de la marca Rotomod, modelo Seayak, de más de 5 metros de largo y 56 ó 57 de ancho.
El estado de la mar es con viento de levante de fuerza cuatro, cuatro olas de un metro o metro y pico que rompen antes de llegar a la arena, nublado y algo de fresquito. El veterano me dice que no es el día más apropiado para salir a la mar, por lo que empieza a darme una clase rápida de como remar, entrar en el kayak, como debe de ir el chaleco, el cubrebañera y por supuesto a preguntas mías ¿QUE HACER SI LA EMBARCACIÓN VUELCA EN EL AGUA?, ya que hace 17 años que no me meto en el mar, desde un día en el que estuve a punto de ahogarme practicando la pesca submarina a pulmón a unos quince metros de profundidad.
Después de la teoría a pie de mar, optó por intentarlo y me decido a entrar al agua, previo nuevo aviso de mi amigo de que el estado del mar no es el más apropiado para un pardillo como yo.
Me introduzco en el interior del kayak, que a mi me da la sensación que se trata más del Titanic, por las dimensiones que tiene, y rezándole a todos los santos que puedan existir en el cielo me meto en el agua, la primera ola la consiguo superar, a la segunda ola le doy pena y me deja pasar, la tercera me mira a la cara y me dice que un carajo para mi, que de ahí no paso y que me joda, me vuelca el kayak y... Dios mio estoy boca abajo durante unos 5 ó 6 segundos que me parecen una eternidad, consigo salir de la bañera y darle la vuelta a la embarcación, eso si agarrándome a ella al comprobar que no hago pie, salgo como puedo a la orilla, mientras el corazón me late a mil por hora.
Pasados unos minutos, el pulso ya me ha vuelto más o menos a la normalidad, pruebo de nuevo, el estado de la mar sigue igual, por no decir que algo peor, pero bueno tanto tiempo esperando utilizar un kayak y para una vez que tengo dos a mi disposicíón no hay que dejar escapar la oportunidad, me vuelvo a "embarcar", esta vez la primera ola casi me vuelca, tomando la segunda escucho a mi espalda una voz, la de mi amigo, que me dice "REMA, REMA, REMA", la tercera me la trago entera ya que me pilla con la boca abierta, con la cuarta casi vuelco, pero no por la ola sino ya que el kayak temblaba todo, bueno para ser sincero el kayak no temblaba, el que temblaba eran mis piernas, mi cuerpo, mis brazos y hacía que me tambalera de un lado a otro como un poseso.
Pienso, lo he conseguido, salgo de la rompiente, que " bueno que soy", " a mi esto del kayak no se me resiste", iluso de mi, después de los cuatro problemas que tuve, las olas, me encuentro con el quinto, como coño doy la vuelta al "Titanic" para dirigirme a la costa, ya que como puedo miro para atrás y compruebo que estoy a unos 200 metros de la arena y me entra el cague y comienzo a gritar como un niño pequeño que ha visto al hombre del saco ¿¿¿¿CÓMO DOY LA VUELTA... CÓMO DOY LA VUELTA?????, pero tonto de la persona que espera recibir una respuesta cuando el estado de la mar no deja a mi amigo escuchar "mis agónicos chillidos". Bueno la necesidad dicen que aprieta e intentando recordar la teórica poco antes recibida, consigo dar la vuelta, eso sí el temblique de mi cuerpo hacia que el kayak fuera de derecha a izquierda y no podía hacer nada para evitarlo ya que era yo el que lo provocaba.
Consigo no volcar y cuando estoy llegando a la orilla, las olas me dicen "¿CREIAS QUE TE IBAS A ESCAPAR?" y doy con todo el morro en la arena del fondo, me volcó a unos treinta centímetros de profundidad, la punta del kayak ya estaba casi en tierra, y para reirse un poco más de mi, llega otra y vapulea al kayak conmigo dentro, que ni anillo al dedo viene el refrán " SI NO QUIERES LENTEJAS, AHÍ TIENES DOS PLATOS", tengo que escupir ya que la boca se me llenó un "poco" de arena".
Bueno ahora te voy a contar las sensaciones que me dejaron mi primer contacto con los kayaks:
1:- No sé si la experiencia me gustó o no, la verdad es que me encontraba en esos momentos más preocupado en no ahogarme.
2.- Me dejó el cuerpo en un estado de nervio y bastante dolorido, y no fue por lo que remé, si no por lo agarrotado y la fuerza con la que agarraba la pala y hacía con las piernas en los costados del interior de la bañera. El cuerpo aún me duele y te digo que mi preparación física no es mala del todo.
Esto me lleva a plantearme unas preguntas:
¿tal vez debería haber utilizado un kayak más pequeño y más ancho? Ya que cuando iba en el me recordaba cuando uno es pequeño y comienza a aprender a montar en bicicleta, el manillar va para todas partes aunque tú quieras mantenerlo recto.
¿me olvido de este deporte, por que soy el "patán de los kayaks?
Un saludo a todos y en especial a Borrasca que me ha animado a publicar este mensaje en el foro, cuando en realidad el coñazo de lo relatado se lo envíe a él.
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