Mantenerse activo puede prevenir 15 enfermedades.
Además de prevenir mortalidad prematura, el ejercicio físico puede evitar la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular, la hipertensión, los cánceres de colon y mama, la diabetes mellitus tipo 2, el síndrome metabólico o la depresión.
Una caminata al día mejora nuestra salud y favorece una actitud positiva.
Así lo ha demostrado una investigación del Hospital Transfronterizo de Puigcerdà y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Girona, publicado en 'Medicina Clínica'. Los resultados se basan en el seguimiento de cerca de 1,5 millón de individuos durante unos 11 años.
"Algunos estudios muestran que incluso una actividad más ligera puede reducir el riesgo cardiovascular. Caminar una hora semanal redujo un 50 por ciento el riesgo de enfermedad coronaria y una sola sesión semanal de ejercicio intenso redujo la mortalidad cardiovascular un 39 por ciento en hombres y un 51 por ciento en mujeres", apuntan los autores.
Los beneficios aumentan con el volumen e intensidad del ejercicio, y los expertos aconsejan realizar ejercicio moderado al menos media hora 5 días a la semana o ejercicio intenso al menos 20 minutos 3 días por semana.
En relación al cáncer, en una revisión con 1,4 millones de pacientes seguidos a 10 años, se observó una reducción del 30 por ciento en la incidencia del cáncer de colon dentro del grupo más activo. En otra revisión, esta vez sobre 1,8 millones de pacientes seguidas a 10 años, se observó una reducción de la incidencia del cáncer de mama del 20 al 40 por ciento en el grupo que más ejercicio practicaba.
Por otra parte, el ejercicio logró una reducción del 42 por ciento en la incidencia de diabetes tipo 2 en una revisión sistemática de 624.000 pacientes seguidos durante unos nueve años.
También es útil para prevenir el síndrome metabólico y reducir la prevalencia de osteoporosis, disminuyendo la incidencia de fracturas. Según una revisión con 4.100 pacientes, el ejercicio moderado redujo el dolor y la discapacidad derivadas de la artrosis, sobre todo en el caso de la artrosis de rodilla.
También es eficaz a la hora de reducir el riego de limitación funcional y discapacidad física, bajándolo en entre un 30 y un 50 por ciento. Asimismo, un programa de ejercicios de fuerza y equilibrio mejora la función física y reduce el riesgo de caída entre un 11 y un 40 por ciento.
Además, baja el riesgo de demencia y deterioro cognitivo en mayores de 65 años y cualquier forma de actividad física diaria reduce un 41 por ciento el riesgo de padecer trastornos psicológicos, según una revisión de 19.800 pacientes.
En definitiva, a pesar de los riesgos, los expertos concluyen que "el beneficio del ejercicio supera a sus riesgos".
Desmitificando la dignificación laboral.
Según datos publicados en la revista PloS ONE basados en un estudio realizado por el Instituto Finlandés de Salud Ocupacional, en el University College de Londres, trabajar 11 horas o más aumenta en más del doble la posibilidad de sufrir cuadros depresivos.
Las jornadas laborales largas se relacionan con un mayor riesgo de sufrir episodios depresivos.
Los autores han llegado a esta conclusión tras analizar las condiciones laborales y la situación personal de 2.000 funcionarios británicos con edades comprendidas entre los 35 a los 55 años.
"Seguimos la evolución de estos trabajadores a través de entrevistas durante cerca de seis años y los datos son claros. Aquellos que contaban con jornadas de 11 horas o más o que hacían horas extra (en total, un 16 por ciento de las personas analizadas), tenían entre un 2,3 a un 2,5 más de posibilidades de desarrollar episodios depresivos y ansiedad si lo comparamos con aquellos cuya jornada se limitaba a siete u ocho horas (54 por ciento)", explica Marianna Virtanen, responsable del estudio.
En la investigación se tuvieron en cuenta otros factores como el estilo de vida de los participantes, el nivel económico y su entorno social para no desvirtuar los resultados.
De este modo, se dibujó un 'retrato robot' de las personas con más riesgo de caer en la depresión. Los resultados indican que se trata de los varones casados o que viven en pareja, con un puesto de alta responsabilidad (donde hay una carga importante de presión), y que consumen alcohol de forma moderada.
"Los datos son importantes y preocupantes", afirma Virtanen.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los trastornos depresivos serán la principal causa de enfermedad en el año 2030 y que, en la actualidad, además de las condiciones de vida personales, este tipo de episodios mentales acarrean un deterioro sustancial de la productividad en el trabajo, por no hablar de los días laborales perdidos.