Nos subieron un poco la rampa de acceso al garaje, y encima cambié los acolchados de la baca por otros más gruesos. Antes ya pasaba bastante justo por el portón, así que ahora tenía mis dudas, pero cargar y descargar fuera es una faena. Total, que bajo con los peques, subo el kayak y dejo a Nico fuera para que mire el margen que queda. Irene va de copiloto que no quiero que se me vaya a atravesar o algo. Salgo pelao, me dice Nico que me sobran dos dedos. Doy la vuelta y antes de entrar vuelvo a darle al mando para que no se vaya a cerrar la puerta, y lo dejo en su hueco en la guantera. Empiezo a entrar despacito, no vaya a ser y en cuanto meto la proa bajo el portón empieza a cerrarse... NO PUEDE ESTAR PASANDO!!! Veo en un segundo el kayak doblarse y pienso que acabará por levantar la barra trasera o reventar el kayak, no puedo avanzar para activar el sensor que abre la puerta, está más adelante, echo mano al mando y NO ESTÁ EN SU SITIO, todo esto en un instante, me da por mirar para Irene y lo está pulsando ella, como sabe que lo pulsamos para que no se cierre la puerta le volvió a dar y lo mantenía, pero el caso es que activó el cierre!!! Se lo quito, pulso y la puerta vuelve a abrirse... UFFFFF!!!!
Resultado, susto del copón, marca insignificante en la proa y creo que nada más, no parece haber holgura ni nada en las barras y el Seayak aguanta unos cuantos pliegues al parecer...
Así que, OJO CON LO QUE TIENEN A MANO LOS NIÑOS... estaba a mi lado para que no le fuese a pasar nada pero por poco me la lía parda! Creo que de esta aprendió a no tocar en los mandos, que también se llevó un buen susto. Y si fuese en su elevador en el asiento trasero pues tampoco podría pasar nada, pero pidió si podía ir delante y como era salir y entrar del garaje... Pues eso.
Nico dijo luego "yo ya pensé que se partía a la mitad y tenías que comprar un Rocker", míralo él, y parecía tonto ????